Entrevista | Beatriz Roger y Luiso Soldevilla Escritores / Autores de 'Padrenuestro'

"Cuando escribimos juntos no existe la jerarquía madre e hijo"

Los novelistas catalanes vuelven a las estanterías con una nueva aventura del detective Nico Ros: "Nos hemos convertido en unos profesionales a la hora de matar", señalan

Beatriz Roger (1965) y Luiso Soldevilla (1990).

Beatriz Roger (1965) y Luiso Soldevilla (1990). / Javier Ocaña

El detective Nico Ros regresa a la Costa Brava para investigar la desaparición de un inspector. Vuelven Beatriz Roger (1965) y Luiso Soldevilla (1990), madre e hijo, con una novela escrita a cuatro manos en la que hay varios muertos sobre la mesa. «Nos hemos portado un poco mal», avanzan los autores de Padrenuestro.

Nico Ros vuelve a la carga...

Beatriz Roger.- Aquí está... Ahora con una trama un poco más larga y compleja. Es como si Marismas hubiera sido un preámbulo. Sin desmerecer a ninguna de las novelas, sí que tengo la sensación de que en Padrenuestro hay un mayor desarrollo literario en todos los sentidos.

Luiso Soldevilla.- Vuelve, vuelve [ríe]. Regresa con una aventura en mayúsculas y el deseo de entretener mucho a los lectores.

¿Más desarrollo, más sadismo, más muertos...?

B.R.- Hay cosas que vienen de Marismas y otras, un montón, que aparecen por primera vez en esta novela... Hay personajes que están algo más perfilados y la sensación de miedo aumenta.

L.S.- Creo que mi madre y yo hemos mejorado a la hora de escribir y, por lo tanto, hay que entender que estamos ante dos historias diferentes. Hay cosas que están en las dos, pero Marismas y Padrenuestro tienen una vida propia por separado... Sí que es cierto que ahora nos enfrentamos a una investigación mucho más oscura y a crímenes algo más macabros. El asesino es algo más malo [sonríe].

¿Hablamos en clave de saga, no de una segunda parte propiamente dicha?

B.R.- No, no, no... Son historias que se pueden leer por separado e invertir su orden. Cuando finaliza la investigación de Marismas a Nico le hieren, está convaleciente y  reclaman su ayuda porque hay una extraña desaparición y le necesitan... Padrenuestro (Planeta) arranca justo al finalizar Marismas.

L.S.- El lector va a encontrar dos investigaciones independientes. Eso sí, comparten varias localizaciones y personajes.

Luiso Soldevilla: "Las 'peleas' creativas han existido, pero siempre llegamos a unos acuerdos"

Lo que ha quedado claro es que les gusta el ‘thriller’ y las texturas oscuras, ¿no?

B.R.- Sí. Nos gusta, nos encanta... No es la única literatura que leemos, pero sí una de las que más nos entretiene. Aquí también coinciden madre e hijo [ja, ja, ja].

L.S.- Aunque quede muy mal que yo lo diga, creo que los amantes del thriller y el suspense deberían dar una oportunidad a esta historia este verano.

Beatriz Roger: "A los dos nos gusta mandar pero, a la vez, somos bastante independientes"

La otra vez ya hablamos de esos anclajes para saber qué cuenta cada uno, ¿eso es algo que mejora con el paso del tiempo?

B.R.- La memoria es muy traicionera y se te olvidan las cosas, pero cuando presentamos Marismas todavía se usaba la mascarilla. Ahí ya es apreciable un cambio importante entre el primer caso de Nico Ros y éste. Aquella fue una época muy solitaria y jodida. Ahora lo vamos a disfrutar mucho más porque, entre otras cosas, nos conocemos un poco mejor [ja,ja, ja], como escritores digo.

L.S.- Hay siempre hay un margen de mejora.Nos entendemos y, sobre todo, disfrutamos contando una historia desde el lado que le toca a cada uno. Con Padrenuestro la ilusión no ha cambiado, pero el proceso creativo ha sido algo más fluido. Las «peleas» creativas han existido, pero siempre llegamos a unos acuerdos.

Beatriz Roger: " Si has estudiado criminología es imposible dar la espalda a una serie de datos que te facilitan la escritura"

¿Aquí los galones los lleva mamá?

B.R.- A los dos nos gusta mandar pero, a la vez, somos bastante independientes. Yo no ejerzo de madre de Luiso cuando nos ponemos a escribir;soy su compañera de aventuras.

L.S.- No, a ver, siempre se puede distinguir algo de esa jerarquía entre madre e hijo, pero ella ha sido generosa al dar un paso a un lado hasta crear una relación de igual a igual. Para que esto acabara en buen puerto era necesario olvidar quién es quién.

Beatriz está más vinculadas con el mundo de la criminología y Luiso con el sector audiovisual, ¿esas dos facetas son reconocibles en ‘Padrenuestro’?

B.R.- Si has estudiado criminología es imposible dar la espalda a una serie de datos que te facilitan la escritura... Al margen de eso, creo, que nos hemos convertido en unos grandes profesionales a la hora de matar [ríe].

L.S.- Además de otras características, esta historia es muy visual porque cuando escribo imagino que estoy en un plató de cine.

Luiso Soldevilla: "Cuando hay un muerto en una de nuestras novelas es porque creemos que toca"

¿Han matado a muchos personajes?

B.R.- A unos cuantos... No está nada mal;sí que nos hemos portado un poco mal.

L.S.- A muchos... Están las muertes necesarias que requiere la trama. Ni a mi madre ni a mí nos gusta regodearnos en algunos escenarios, pero algo sádicos sí que hemos sido. Cuando hay un muerto en una de nuestras novelas es porque creemos que toca...

Nico Ros «sobrevive» de cara otras aventuras.

B.R.- Eso es algo que tienen que descubrir los lectores, pero una buena pista es que nos gustaría seguir juntos en otras historias.

L.S.- Que el universo de Nico Ros se expanda no es algo que únicamente esté en nuestras manos...

¿Ir por separados no entra en sus planes?

B.R.- De momento no es algo que entre en nuestros planes. Luiso me va a tener que aguantar un poco más...

L.S.- Yo soy un buen hijo y quiero disfrutar algo más esta experiencia. ¿Ir por separados? Ya veremos, pero no es algo que haremos a corto plazo.

¿Cómo es la novela?

B.R.- Es una historia repleta de tensión, con giros inesperados y donde nada es lo que parece... Nos hemos repartido los capítulos y no se aprecia qué parte es la mía y qué parte la de él porque hemos construido una atmósfera única dominada por la incertidumbre.

L.S.- Es un thriller adictivo, o al menos así lo creo yo, que habla del rencor, de no saber perdonar y olvidar con el paso del tiempo. Las cosas no necesariamente mejoran con los años y en esta novela, que es muy negra, existen muchos interrogantes difíciles de resolver. El miedo y la angustia planea durante toda la lectura y eso es algo que sentirán los lectores.