Música

Ramón Gener: «Pese a que nació hace 424 años, la ópera es totalmente actual»

"Una ópera de Puccini no tiene nada que ver con una de Wagner, es como comparar a Bruce Springsteen con El Fary"

Ramón Gener.

Ramón Gener. / María Pisaca

Almudena Cruz

Almudena Cruz

El divulgador musical Ramón Gener presentó esta semana en el Auditorio la temporada de Ópera de Tenerife. Volverá, antes de cada estreno, para desvelar los secretos de cada título.

Esta es segunda temporada que comparte con los espectadores de Ópera de Tenerife, ¿cómo fue la experiencia del año pasado?

Bien, sorprendido de que viniera tantísima gente. Todos los días la sala estaba llena y eso me hizo sentir muy feliz.

El público quiere saber más de ópera...

Todo el mundo quiere saber siempre más. Es como una actitud, además solo puedes conocer aquello que deseas. Si tú no conoces algo, no puedes desearlo. De hecho en esta charla introductoria pongo un fragmento de la película de El silencio de los corderos. Hay un momento en el que Hannibal Lecter interroga a Clarice sobre qué es lo que hace el hombre al cual persigue. A lo que ella responde que lo que hace es matar a mujeres. Él le dice que eso solo es circunstancial y le explica que lo que hace es codiciar, desear, y le explica que sólo deseamos aquello que conocemos. Y esto es un poco lo que creo que hacemos aquí. Hay gente que quiere saber y nosotros intentamos abrir la puerta para que el que quiere saber pueda llegar a desear e incluso a codiciar con obsesión este mundo de la ópera. Un mundo en el que si entras no podrás salir nunca más.

En sus charlas utiliza referencias de muchos tipos pero las cinematográficas están entre las más frecuentes, ¿no es cierto?

Utilizo todo lo que está a mi alcance para hacer entender que se trata de una cosa de lo más normal del mundo. Este es un espectáculo como cualquier otro al que todo el mundo puede ir, que todo el mundo puede disfrutar y que todo el mundo puede entender. Por eso, por ejemplo, pongo fragmentos de películas como Asterix y Obelix en Egipto. Cualquier cosa que me sirve para dar a entender esta cosa que yo creo que es la ópera, una cosa que está en todos lados, que nos envuelve y nos rodea. Ojalá todo el mundo tuviera ese deseo de conocer.

¿Cualquiera puede disfrutar de la ópera?

Exacto, aquí está este Auditorio en esta zona tan bonita de la ciudad y pasas cada día por delante pero hay que entrar, no basta con pasar. Esto es un contenedor de cultura y no basta con pasar por al lado y mirar este bonito edificio. Hay que entrar y, si entras, todos los que trabajan aquí te pueden explicar que no te vas a arrepentir de haberlo hecho.

Cuando recibió la programación de esta nueva temporada, ¿qué pensó?, ¿se lo han puesto fácil?

Diría que muy fácil en cuanto a que son todo óperas muy importantes para mí. Al final llevas toda la vida metido en esto y todas las obras significan alguna cosa pero Strauss y Ariadne auf Naxos es una ópera fundamental en mi vida. Después hay un Verdi y un Wagner, que son como mis dos autores de cabecera, los más importantes del siglo XIX. Y hay un Puccini, que se cumplen cien años de su fallecimiento. Cualquiera de sus óperas es, además, una razón para alegrarse y para que todo el mundo venga. En este caso, además, con Madama Butterfly, que era su ópera más querida, la que más amaba. De hecho, la barca con la que él salía a pasear y a pescar en el lago frente a su casa se llamaba Cho-Cho-San, el nombre de su protagonista. Y después tendremos una ópera contemporánea. Ahí me enfrento siempre a un descubrimiento porque es una cosa sobre la cual no suelo tener ni idea. Me dicen que hay una ópera programada que se llama La bella Susona pero no tengo ni idea. Es una cosa nueva, obviamente. También es un reto de repente ponerte a estudiar algo así.

Y, de nuevo, muchas protagonistas femeninas...

Sí, Ariadna es una protagonista femenina que además tiene una compañera que se llama Zerbinetta y que es la coprotagonista de la ópera. Me gustaría explicar también algo sobre Juana de Arco y sobre el movimiento Me Too. Son esas cosas que decía antes y que se basan en intentar utilizarlo todo para intentar dar a entender que se trata de algo que al final está con nosotros: la ópera. Juana de Arco es un personaje es un personaje muy del movimiento Me Too.

¿El público va a ver las óperas después de pasar por sus charlas?

Espero que sí. Cuando la gente llega, suelo preguntar quién tiene comprada ya su entrada para el siguiente título de temporada. Sorprendentemente, no todo el mundo levanta la mano. Hay mucha gente que no lo hace. De lo que se trata es que al final todos digan que quieren ir. La ópera es un fenómeno que a pesar de ser una cosa que nació hace más de 400 años –exactamente ahora 424 años– sigue siendo totalmente actual. En el sentido de que podemos evolucionar mucho, puede haber inteligencia artificial y muchas cosas, pero al final la esencia de lo que nosotros somos es la misma que tenían los griegos, los romanos o los primeros mesopotámicos. Sí, de acuerdo, puede ser que antes para llevar un mensaje hubiera que llamar al correo del Zar o que un tío tuviera que ir corriendo hasta Olimpia y ahora basta con apretar un botón o con pedirme al chat GPT que lo haga por ti. Pero lo más importante no es eso, es qué es lo que dice el mensaje. El medio no es lo relevante, sino las cosas en sí mismas. Y eso es la ópera porque habla de la condición humana en sí misma. Y eso no cambia en mil o diez mil años. Cuando Ariadna se encuentra en la isla de Naxos abandonada por Teseo, su sentimiento es el mismo que tendría una mujer ahora o hace cien años. Cuando Butterfly está esperando a que vuelva Pinkerton, será la misma mujer hace mil años o ahora. Cuando Juana de Arco es condenada a muerte el mensaje siempre es actual. Por eso no se puede pensar que es una cosa muy antigua. Hay gente que no está acostumbrada al hecho operístico y que de golpe me escribe asombrada. Cuando entras en la ópera te va a poseer porque es un mundo que explica el porqué de las cosas con música de Wagner de Verdi o de Puccini. 

¿Qué opina del lema de este año de la temporada: tú lugar en la ópera?

Cada uno tiene que encontrar su lugar. Me gusta en el sentido de que óperas las hay de todo tipo porque una de Puccini no tiene nada que ver con una de Wagner, es como comparar a Bruce Springsteen con El Fary. Las dos cosas son óperas pero totalmente distintas y cada uno tiene que encontrar cuál es el autor que le transmite más cosas y hacerse su repertorio sin dejar de explorar, claro, lo que te propone el teatro. Esa cosa que no se conoce es la que más se tiene que ir a ver, es ahí cuando vas haciéndote tu lugar y creando tu propio universo.