Entrevista | Marta Huerta de Aza Primera árbitra en el fútbol profesional

Marta Huerta de Aza, árbitra: «Se ha abierto una puerta para demostrar que valemos»

Nacida en Palencia, pero isleña de adopción, la colegiada adscrita al Comité Tinerfeño ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en ascender al fútbol profesional como árbitra principal

Lo hace tras casi 20 años dedicados al silbato

Marta Huerta durante un partido.

Marta Huerta durante un partido. / Efe

Enhorabuena, ¿cómo está gestionando las primeras horas del éxito?

La cosa es que yo creo que todavía no soy consciente de lo que está pasando, porque son tantas emociones y es algo que he deseado tanto que, ya cuando lo tienes, no te crees que sea real. Hasta que no pasen unos días y todo se asimile, estoy un poco en una nube. El lunes pensé que me explotaba el móvil. No sé ni la cantidad de llamadas perdidas y mensajes tengo. Estoy muy agradecida.

Pero ya se rumoreaba que podía pasar. ¿Hubo ansia?

La verdad que he sido muy cauta. La temporada había sido muy buena, el partido de playoff era muy importante y había salido bien y sabíamos que había bastantes plazas este año porque tres compañeros se retiraban de la categoría por edad. Pero claro, es que el nivel es muy alto y todos nos merecíamos una plaza. El año pasado también fue muy bueno, también pité playoff y también sonaba, pero no conseguí el ascenso. Sé muy bien cómo funcionan estas cosas y lo que tenía muy claro es que, hasta que no tuviese mi nombre escrito ahí, en la lista de ascensos, no iba a celebrar.

¿Cómo se lo comunican?

Por la mañana recibimos la llamada del responsable de Primera Federación. Fue un momento en el que tampoco podíamos decir nada. Era como una alegría contenida porque todo el mundo me empezaba a escribir, a preguntar, y tampoco podía dar información para que no se filtrase hasta que la Federación lo sacara.

¿Qué fue lo primero que hizo? ¿Cómo reaccionó?

No podía ni hablar. No podía parar de llorar de alegría, de satisfacción. Lo primero que hice fue llamar a mi marido, que justo había ido a trabajar minutos antes. También llamé a mi madre. Tocó disfrutar con ellos de la noticia porque al final este ascenso también es suyo.

Y además, la primera mujer en conseguirlo.ÁRB..

Lo de ser la primera pues es algo anecdótico, es verdad que quedará ahí y me hace ilusión. Que mi nombre siga estando ahí escrito porque fui la primera, pues me hace ilusión, pero lo importante es que se ha abierto una puerta para demostrar que el arbitraje femenino está trabajando mucho. Para demostrar que también valemos. Es una apuesta que han hecho también el Comité Técnico de Árbitros y la Federación, que agradezco enormemente, para que todas esas niñas que están empezando pues vean que también tienen su hueco ahí, en el fútbol profesional.

Y para que claro, usted no ha tenido ningún incentivo positivo por ser mujer.

Sí, efectivamente. Es verdad que yo hasta llegar a lo que era la Segunda B, pues hice el mismo recorrido que todos mis compañeros, luego se hizo la división a Primera RFEF, que coincidió justo cuando yo estaba embarazada. Al final todo es el mismo sistema, eso está claro. He recibido muchos mensajes diciéndomelo, y es verdad. A mí nadie me ha regalado nada. Son 20 años en este mundo sufriendo y disfrutando, pero ha habido muchas horas invertidas, días, meses, años para poder, bueno, pues al final conseguir llegar a esto que para mí era algo inalcanzable. Siempre digo que yo no tengo nada especial. Lo único que pongo es mucha ilusión y dedicación, y mucho sacrificio. Si al final yo he llegado, que la gente no se desanime, que los sueños se cumplen y las metas llegan.

Pero no me creo que para llegar a la élite no haya ningún talento diferente.

No sé, al final cada uno tenemos nuestro estilo de arbitraje, pero yo nunca me he dado por vencida. Desde el principio las cosas no han sido fáciles. Si yo sumo entre Preferente y Tercera, estuve diez años. Estando en Tercera División tuve muchos noes para llegar a Segunda B. Al final yo cada año intentaba meterme en el curso de ascenso y por una cosa u otra no lo conseguía. Y nunca me di por vencida. Y al final, el sexto año estando en Tercera, conseguí subir. Hay gente que tira la toalla y dice, 'a lo mejor esto no es lo mío'. Pero mira, si yo a lo mejor me hubiese dado por vencida, pues no hubiese llegado a Segunda División. Entonces, yo creo que la constancia es lo que ha hecho que esté aquí.

Marta Huerta nació en Palencia, pero también se siente tinerfeña, ¿verdad?

Llegué a Tenerife y me robó el corazón. Desde el día uno sentí este lugar como mi casa. Aquí conocí a mi marido y aquí he sido madre. Yo es que me siento parte de la Isla. Es lo que dicen, que no es donde naces, sino donde paces, y bueno, aquí es donde deportivamente he conseguido todos mis éxitos.

Se la ve gestionando este hito con mucha naturalidad.

Porque es verdad que en España nunca había llegado una árbitra al fútbol profesional, pero yo tengo tantas compañeras y amigas que están en las máximas categorías en sus países que para mí es normal que una mujer esté pintando en la Premier, esté pintando en Francia, en la Serie A de Italia... quizá es que todavía no me he mentalizado mucho de lo que he conseguido. Le doy naturalidad porque creo que es lo que hay que darle. Independientemente de que sea mujer, el sacrificio que he hecho es el mismo que el de mis compañeros y yo creo que tampoco merezco ninguna mención especial por llamarme Marta. El trabajo ha sido el mismo que si me llamara Pedro.

¿Y en ningún momento ha pensado que si se llamara Pedro lo hubiese tenido más fácil, o menos difícil?

Al principio es verdad que chirriaba un poquito. Costaba más hacerte un hueco. No tanto para los compañeros, porque a mí siempre me han tratado como a una más, sino en otros estamentos... era un poco extraño ver a una mujer dirigiendo. Gracias a dios, a día de hoy nadie se asombra de ver ir a un partido de fútbol y ver que la árbitra es una chica.