El secreto del éxito de Bardet

Adrián Gutiérrez: el fisioterapeuta tinerfeño detrás del primer maillot amarillo de Romain Bardet

Colabora con el equipo DSM Firmenich desde hace cuatro años

Adrián Gutiérrez con Romain Bardet.

Adrián Gutiérrez con Romain Bardet. / ED

Buena parte del primer maillot amarillo del presente Tour de Francia se forjó desde el Teide. Adrián Gutiérrez Pérez, fisioterapeuta y readaptador físico de Santa Cruz de Tenerife, trabaja con Romain Bardet, del equipo DSM Firmenich, desde hace cuatro años. El ciclista galo se enfundó el pasado sábado el maillot amarillo en una victoria de película, con intriga hasta el último metro, en la 111 edición del Tour después de la etapa disputada entre Florencia y Rimini, de 206 kilómetros.

«Se deja la vida entrenando, es un superclase», comenta Gutiérrez sobre Bardet, quien, en el año de su retirada, vistió su primer maillot amarillo. Según el fisioterapeuta, de 44 años, el francés es un ciclista que «no ha tenido mucha suerte en los últimos tiempos». Hace dos años, por ejemplo, en el Giro d’Italia contrajo un virus estomacal cuando estaba en la cuarta posición y también ha sufrido algunas caídas. Bardet es admirado por los ciclistas jóvenes del equipo puesto que «todos quieren entrenar con él», tal y como verbaliza el fisioterapeuta tinerfeño. Además, es «cuidadoso» con su salud y descanso.

Bardet siempre ha sido «muy amable» con Gutiérrez. El readaptador físico recuerda un incidente antes del Giro de hace dos años: «Sufrió una caída y me llamó para decirme que estaba muy preocupado porque no se podía montar en la bici. Necesitaba ayuda. Solo fue una pequeña fisura y ese mismo día lo traté y lo vendé». Esta situación fortaleció su amistad. Bardet reconoció la ayuda del fisioterapeuta isleño en un «momento crítico», lo que hizo que su relación sea aún «más cercana».

Este año, Gutiérrez ha trabajado con varios ciclistas de renombre, como el belga Warre Vangheluwe del equipo Soudal-Quick Step, quien se escapó al final de la primera etapa del Tour, y con Oscar Onley, Chris Hamilton y Frank van den Broek, todos de DSM. También colaboró con Juliette Labous, la reciente campeona de Francia de ciclismo en ruta. Gutiérrez, que confiesa que trabajar con deportistas de tal calibre es algo «muy enriquecedor», sigue siendo «igual de humilde» y mantiene «el mismo nivel de dedicación» con todos sus pacientes.

En el curso pasado, el equipo DSM le brindó al tinerfeño la oportunidad de acompañarlos en dos etapas de la Vuelta a España. «Estar con ellos en el coche y vivir el ciclismo desde dentro fue una experiencia única», explica. «Han sido cuatro años estupendos y seguiremos colaborando», afirma el licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, quien también revela que el equipo neerlandés «ya ha alquilado el alojamiento en el Teide para algunas fechas de los próximos dos años».

Al ser preguntado por un consejo para aquel que esté iniciando en la fisioterapia deportiva y aspira a trabajar con atletas de élite, el tinerfeño Adrián Gutiérrez apela a «la formación y las ganas de aprender». En sus inicios, mientras estudiaba en Cataluña, trabajó en prácticas con el Fútbol Club Barcelona y con los deportistas de la selección española de atletismo, además de colaborar con el fisioterapeuta Miguel Ángel Cos. Al año siguiente, trabajó en Madrid con Sebastián Truyols, quien entonces era fisioterapeuta del Atlético de Madrid y ahora se encuentra en la selección. Invertir en el futuro profesional y aprender de personas tan destacadas fue clave para el desarrollo en la fisioterapia deportiva y la readaptación física de Adrián Gutiérrez.

Recuerdos en el CD Tenerife

Antes de labrarse un nombre en el ciclismo de élite, Adrián Gutiérrez experimentó una valiosa etapa en el Club Deportivo Tenerife hace catorce años. «Me llamaron del Tenerife y al día siguiente fui a Valencia para reunirme con ellos. Tres días después ya estaba trabajando en la Isla», recuerda Gutiérrez. Su primer año en la institución blanquiazul coincidió con el ascenso del equipo a Primera División bajo el mando de José Luis Oltra. Sin embargo, el segundo año no fue tan afortunado y el tercero culminó con el descenso a Segunda B. La etapa de Adrián en el Tenerife llegó a su fin debido a la naturaleza de su contrato anual. «Cuando descendimos, yo era el último en haber llegado, así que mi contrato no se renovó», explica. Poco después de finalizar su vínculo con el club, Adrián decidió establecerse en Santa Cruz, donde montó una consulta que ha sido su base de operaciones desde entonces.

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