La árbitra tinerfeña Ariadna Chueca pitará en los Juegos Olímpicos de París

Ha sido elegida por la FIBA para dirigir partidos en la cita Olímpica que comenzará en París el viernes 26 de julio

Ariadna Chueca.

Ariadna Chueca. / Sonia Cañada (FIBA)

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Tenerife estará representada en la competición de baloncesto de los Juegos Olímpicos de París por la árbitra tinerfeña Ariadna Chueca. Este martes recibió la noticia de su presencia en la competición que comenzará el viernes 26 de julio y se cerrará el 11 de agosto en la capital de Francia. Será su primera experiencia en una cita de este nivel.

Lo de ser Olímpica será toda una novedad para Chueca, pero no es algo que la haya cogido por sorpresa, dado que su inclusión en el grupo definitivo de árbitros había ido cogiendo forma con el paso de los meses. Solo le faltaba pasar el último corte. De hecho, estuvo sujeta a un exhaustivo seguimiento por parte de FIBA para tal efecto, primero para entrar en una lista de 40 aspirantes y quedar luego a la espera de formar parte de la citación de 30 –entre ellos, los también españoles Luis Castillo y Antonio Conde–. «Nunca pensé que podría ir como árbitra a unos Juegos, creo que era la última de mis opciones», reconoció durante la fase previa Ariadna, que a sus 33 años es una de las especialistas más respetadas en el ámbito internacional, tal como demuestra la llamada que recibió para estar en París 2024. En el repaso de su trayectoria, considera que pitar en unos Juegos será su «techo», «Además, podría haber opción de estar en partidos masculinos y femeninos», apunta.

Chueca fue jugadora antes que árbitra. Vivía en Cuevas Blancas, cerca de Añaza, y estudiaba en el Colegio Rodríguez Campos, donde empezó a jugar al baloncesto. De ahí pasó al Pureza de María. Pero fue en el Uni donde despuntó como una de las firmes promesas de la cantera tinerfeña. En esta etapa conquistó el campeonato de España júnior (2006) y pudo debutar en la Liga Femenina 2.

En 2012, después de graduarse en Magisterio, continuó su carrera en Gran Canaria. Compaginó los entrenamientos con su primer acercamiento al arbitraje, incursión que quiso hacer para conocer mejor las reglas del deporte que practicaba. Dos años más tarde salió de España. Dirigió su rumbo a Finlandia. «Me fui a jugar baloncesto profesional, pero básicamente porque quería aprender inglés. Allí me ayudó mucho Taru Tuukkanen (ex del Symel Tenerife), que la conocía de Gran Canaria, y como ella hablaba español, me ayudó un montón. Allí no se ganaba mucho dinero, pero me propusieron hacer un curso de árbitro, pitar, y ganar más. Y como tenía ese paso avanzado de Gran Canaria, me animé. Acabé subiendo a la Primera y ya tuve que elegir entre jugar o arbitrar. Y decidí dejar de jugar», explicó en una entrevista a ELDÍArefiriéndose a una etapa crucial de su trayectoria.

Después de ocho años en Finlandia, Ariadna tomó la decisión de volver a su país natal. «Iniciamos los trámites burocráticos con la Federación Española y mandamos un correo que nunca llegó... Luego fui al Mundial U17 de Málaga, todavía como árbitro de Finlandia, y allí me notifican que no puedo entrar en la FEB. Que debo empezar a nivel autonómico. FIBA ayuda a nivel administrativo y la FEB me acepta en sus competiciones EBA y Liga Femenina 2 en diciembre. Gracias a esa carta empiezo la andadura en España a nivel profesional. Estaba tan cansada psicológicamente que me daba igual dónde empezar», explica.

Una vez consolidada en LEBOro y Liga Femenina, se ha puesto el reto de dirigir partidos de ACB, aunque sabe que no dependerá de ella. «Me encantaría», asegura.

De momento, podrá cumplir el sueño de pitar en unos Juegos Olímpicos. Las señales previas ya venían siendo positivas. Sin ir muy lejos, fue designada por FIBA para que formara parte del trío arbitral de la final del Mundobasket U17 que se celebró recientemente en Estambul, con Italia y Estados Unidos frente a frente y un claro triunfo norteamericano.

Ariadna no para. Desde el 12 de julio participa en la Summer League de la NBA que se celebra en Las Vegas. Es la única española en esta competición estival. De ahí, a París, a los Juegos Olímpicos, donde coincidirá con los citados Castillo y Conde. El rastro olímpico español, en el ámbito del arbitraje, se completa con Eusebio Garcés (1960), José Mariné (1980), Pedro Hernández Cabrera (1984), Vicente Sanchís (1988), Francisco Javier Fajardo (1992), Joan Carlos Mitjana (1992), Miguelo Betancor (1996), Pilar Landeira (2000), Vicente Bultó (2004)y Juan Arteaga (2008).