Nadie es profeta en su tierra, nadie excepto Cristiano Ronaldo. A pocos días de que Lisboa acoja la final de la "Champions", los lusos se decantan claramente por el Real Madrid y lo hacen, en gran medida, por la presencia de la estrella de su selección.

"Ronaldo va a meter los dos goles con los que el Madrid ganará al Atlético", dice emocionado André, un taxista que se define como un "enamorado" de CR7 y que se deshace en elogios hacia el futbolista luso más importante del momento.

Tanto él como muchos otros lisboetas confían en que el "crack" portugués realice un partido histórico y contribuya a que los "merengues" levanten su ansiada décima Copa de Europa.

El hecho de que el también portugués y ex benfiquista Tiago Mendes se alinee en el Atlético es indiferente para la mayoría. El tirón de Ronaldo, unido al de sus compatriotas y colegas de selección Fábio Coentrao y Pepe, es bastante más fuerte.

La devoción de los habitantes de la capital lusa por Cristiano no entiende de colores y, tanto los seguidores del Benfica como los del Sporting, olvidan sus diferencias y cierran filas en torno al capitán de la selección portuguesa.

"El Madrid lo va a tener difícil porque el Atlético hace un juego muy colectivo, pero no tiene a nadie en su equipo tan decisivo como Cristiano Ronaldo", asegura Rui Ventura, lisboeta de unos 40 años.

Los habitantes de la capital no olvidan que fue en su ciudad donde el único portugués que ha ganado el Balón de Oro en dos ocasiones (2008 y 2013) hizo sus primeras bicicletas y escapadas por la banda cuando vestía la zamarra verdiblanca del Sporting de Lisboa, con la que debutó en 2002.

El madeirense llegó al club de Lisboa en 1996, con apenas 11 años, procedente del Nacional de Madeira, y permaneció en la capital hasta el año 2003 cuando, al cumplir 18, dio el salto al Manchester United de la mano del técnico Alex Ferguson.

"En el Sporting no nos olvidamos de Ronaldo y vamos a apoyarle en la final", comenta risueña Deborah, una joven estudiante que también se declara incondicional de CR7.

Ella cree que el partido terminará en empate, por lo que el máximo campeonato europeo de clubes se tendría que decidir en la tanda de penaltis en la que -en su opinión- la estrella lusa sentenciará el marcador anotando la última pena máxima a favor del Real Madrid.

Hay algunos lisboetas que huyen a la regla y aún dudan si apoyar o no al club del Manzanares, que cuenta con Tiago, militante del Benfica entre 2002 y 2004 e internacional en 58 ocasiones con la selección de "las quinas".

"Mi corazón está dividido porque el Madrid siempre tuvo a portugueses como Mourinho, Fabio Coentrao y Ronaldo pero ahora el Atlético tiene a Tiago", señala Alenxandre, un universitario.

Pero Alexandre cree que finalmente el Real Madrid se impondrá al Atlético por 2-1, con dianas de Diego Costa por el club "colchonero" y, por supuesto, con dos goles de Ronaldo para los "merengues".

En total, cuatro jugadores portugueses podrían formar parte de los veintidós futbolistas que saltarán al césped del estadio Da Luz para inscribir el nombre de su club en "La Orejona", nombre con el que conoce popularmente a la Copa de Europa.

El central Pepe es seria duda, pero el lateral izquierdo Fabio Coentrao y el extremo Crisitano Ronaldo tienen muchas probabilidades de figurar entre los once elegidos por el técnico Carlo Ancelotti para disputar la final.

Por parte del Atlético, el argentino Diego Pablo Simeone espera alinear al medio centro Tiago después de su destacada participación en el encuentro de vuelta de las semifinales contra el Chelsea de José Mourinho en Stamford Bridge.

Es precisamente la ausencia de Mourinho en la final la que ha amargado a algunos portugueses, como Alexandre, que hubiera preferido el Chelsea al Atlético como contrincante del Real Madrid.

"Me hubiera gustado más una final Mourinho contra Ronaldo porque habría tenido un mayor interés para los portugueses", asegura.

En cualquier caso, Lisboa lleva semanas preparándose para recibir a miles de aficionados de los dos equipos madrileños y sus ciudadanos se sienten muy orgullosos de que haya sido la ciudad elegida para organizar la final de la Liga de Campeones.

Mientras que la mayoría de los portugueses tienen claro que verán el partido y apoyarán a uno de los dos equipos españoles, hay otros que están más pendientes del ambiente que seguirá al encuentro.

"A mí me da igual quién gane el partido, creo que va a ser un día muy bonito para Lisboa porque los españoles son personas muy divertidas", sentencia sonriente Amanda, una joven portuguesa que espera a la fiesta posterior al partido.