Patxi Puñal cuelga las botas, atrás deja 17 años de carrera profesional, "durilla", como el mismo define tras hacerse no sin dificultades con un hueco entre la elite futbolística, prácticamente ligado en exclusiva a Osasuna, salvo una cesión al Leganés, para convertirse en el hombre récord del club.

Puñal ha finalizado su carrera con 38 años y con el borrón del descenso a la Liga Adelante, una Segunda División que le sirvió como debut con la camiseta ''rojilla'' en junio de 1997 a las órdenes de Enrique Martín, precisamente el entrenador elegido ahora por Osasuna para afrontar la etapa en la categoría de plata tras 14 años.

El jugador navarro, que no tuvo del todo claro ser profesional al compaginar el fútbol con el trabajo en una fábrica a los 21 años, ha experimentado una carrera de fondo de superación, al principio sin ser profeta en su tierra al tener que jugar como cedido en dos equipos de Tercera y en el Leganés de Segunda División.

Puñal se perdió por ello el ascenso de Osasuna a Primera División en el año 2000, pero Miguel Ángel Lotina lo recuperó para la causa ''rojilla'' en 2001 y desde entonces ha servido al club como una pieza fundamental del equipo, al punto de convencer a los más escépticos.

Sin estridencias, en el papel de un tipo normal, alejado de los focos mediáticos hasta que fue superando los récords en el club, el capitán ''rojillo'' se ha convertido en uno de los clásicos del fútbol español, para retirarse con 513 partidos oficiales en Osasuna, más otros 67 en el Leganés.

Con la confianza de todos los entrenadores que han ido pasando por el equipo, el medio centro navarro cerró su carrera en Osasuna como el jugador con más partidos oficiales de la historia del club (420 encuentros en Primera, 38 en Segunda, 42 de Copa y 13 de competiciones europeas).

El eterno capitán lamenta haber colgado la botas coincidiendo con el descenso a Segunda, pero ha sido partícipe de los mejores años del club al disfrutar de una final de la Copa del Rey, un cuarto puesto y la previa de la Liga de Campeones, y una semifinal de la Copa de la UEFA.

"Dedicación, normalidad y naturalidad" han sido claves, según ha comentado Puñal, a la hora de ganarse el aprecio de todo el osasunismo, representado hoy en su despedida en El Sadar por todos los estamentos del club, incluidos sus compañeros, quienes han entonado por última vez el clásico "no podrán parar a Patxi Puñal".