El triunfo del Arsenal en la final de la Copa de Inglaterra ante el modesto Hull City hace dos semanas ha impulsado la renovación del técnico Arsène Wenger cuando los rumores apuntaban a un cambio en el banquillo del Emirates tras casi nueve años de sequía de títulos.

La victoria ha maquillado una nueva temporada gris del Arsenal, descolgado de la lucha por la Premier desde dos meses antes de terminar el campeonato, y ha evitado que la directiva "gunner" se viera obligada a rehacer el aparato técnico que gobierna el vestuario desde 1996.

Con la firma de un nuevo contrato que le liga a la entidad hasta 2017, Wenger, de 64 años, sigue con paso firme la senda que marcó Alex Ferguson, el técnico que más tiempo se ha mantenido al frente de un equipo profesional en Inglaterra, con 26 temporadas dirigiendo al Manchester United, hasta que decidió apartarse el pasado verano a los 71 años.

La dependencia del Arsenal respecto a Wenger se remonta al final de la década de los 90, cuando el francés cambió por completo las rutinas tradicionales del equipo inglés y convirtió a los "gunners" en un equipo más cercano a la elite continental.

A sus órdenes, el conjunto del norte de Londres recuperó la autoestima que había perdido en las decepcionantes décadas anteriores y volvió a verse a sí mismo como uno de los grandes clubes europeos.

El doblete de Copa y Liga de 1998 fue el primer aviso de los éxitos que estaban por llegar.

Wenger volvió a conquistar la Premier y la FA Cup en 2002, y en 2004 alcanzó el clímax de su carrera al ganar el campeonato inglés con 90 puntos, sin perder un solo partido en toda la temporada.

Los aficionados quedaron tan deslumbrados por la proeza que le han perdonado los casi nueve años que ha pasado sin levantar un solo trofeo desde la Copa de 2005, que ganó en una final ante el Manchester United.

La falta de títulos europeos tampoco ha resultado un impedimento para su continuidad en Highbury, primero, y en el Emirates desde el traslado al nuevo estadio en 2006.

A pesar del incuestionable renombre que se ha labrado el Arsenal en el continente, las vitrinas del club tan solo guardan dos trofeos internacionales: la Recopa de Europa de 1994 y la Copa de Ferias de 1970 (ahora Liga Europa).

Con Wenger, los "gunners" rozaron la gloria europea en 2006, cuando se plantaron en la final de la Liga de Campeones y se adelantaron al Barcelona con un gol del inglés Sol Campbell poco antes del descanso.

El sueño del Arsenal, sin embargo, lo rompieron en cinco minutos el camerunés Samuel Eto''o, con un gol en el minuto 76, y el brasileño Juliano Belletti, que sentenció la remontada del conjunto español en el 81.

Aquella decepción dejó al Arsenal tan afectado que no ha vuelto a pisar una final europea.

Con todo, el equipo nunca ha quedado fuera de las competiciones internacionales desde que el técnico francés dirige el vestuario y se ha clasificado para la ''Champions'' en 17 temporadas consecutivas.

En esta última campaña, a pesar de que el equipo ha sufrido durante las últimas semanas del curso para conservar la cuarta plaza de la tabla en la liga inglesa, el conjunto de Wenger dejó buenas sensaciones durante la primera vuelta.

Liderados por el alemán Mesut Özil, que fue perdiendo inspiración a medida que avanzaba la temporada, los "gunners" llegaron a ser líderes de la Premier durante varias semanas, si bien la acumulación de partidos y la mala fortuna con las lesiones llevaron al equipo, un año más, a sufrir en el último tramo del torneo.