Si cae en el campo del penúltimo, no estará condenado a sufrir hasta el final para intentar evitar el descenso. Y si puntúa, tampoco se podrá permitir el lujo de mirar por encima del hombro a los equipos que solo aspiran a resistir en Segunda A. Pero el partido de hoy reúne todos los ingredientes para convertirse en uno de esos que marcan un antes y un después en una Liga. Para el Tenerife, y también para su rival, el Albacete, hay mucho en juego. Demasiado.

Las cuentas están claras. Locales y visitantes están separados por tres puntos y tienen el precedente del 1-1 del enfrentamiento de la primera vuelta, de manera que una victoria de los manchegos les servirá para rebasar a los tinerfeños, que, en este supuesto, correrán el riesgo de entrar en la zona roja, un "fango" -definición de Luis César Sampedro- en el que se ha acostumbrado a caminar el Albacete. Este desenlace no deseado por los blanquiazules podría producirse incluso con un empate, pero para ello tendrían que ganar Racing, Barcelona y Llagostera. Y queda el "2" en la quiniela, que pondrá al Tenerife cerca de la mitad de la clasificación y atenuará una crisis -dos puntos de los últimos doce- que ha puesto en duda la continuidad de Álvaro Cervera en el club.

El 0-1 con la Ponferradina, en el Heliodoro -en realidad, toda una trayectoria decepcionante dentro de una campaña llena de inconvenientes-, dejó al entrenador en una situación comprometida, pero Miguel Concepción optó por reforzar su confianza en Cervera, para quien el partido de hoy no es definitivo. Otra cosa será que el equipo dé otro paso atrás en el Belmonte, a modo de derrota con mala imagen, y sea aconsejable volver al Rodríguez López -Girona, el 8 de febrero- con un cambio.

Para colmo, Álvaro se encontrará con un examen aún más difícil de lo previsto: no podrá utilizar a su goleador, Diego Ifrán -es el único que ha marcado en las últimas seis jornadas-, que dejó de entrenar esta semana por unas molestias musculares y una fuerte odontalgia.

La del uruguayo es la más llamativa, pero no la única ausencia del Tenerife: Jorge, que se había hecho un hueco en el "once", se lesionó el jueves con la selección sub''19; Igor Arnáez está ingresado por un traumatismo renal; Guarrotxena tiene unas molestias en los abdominales; y Moyano debe cumplir una jornada de suspensión. Tampoco viajó Carlos Abad, que sigue recuperándose de una rotura de ligamento. Para cubrir las vacantes, Cervera aprovechó la incorporación de Juan Carlos Real, el segundo fichaje de enero, y tiró del filial: vuelven a una lista Cristo González y Younousse, y se estrena con el primer equipo el central Josua. Además, regresan Raúl Cámara, tras una sanción, y Maxi.

Con todo esto, Álvaro se queda con lo justo para la línea de cuatro defensas y seguramente mantendrá en el "once" a jugadores como Vitolo, Aitor y Suso. A partir de ahí, hay varios candidatos para los puestos restantes, incluyendo al recién llegado Juan Carlos, a quien el técnico utilizará como mediapunta; si juega hoy, ejercerá de enlace con el sustituto de Ifrán. ¿Aridane o Cristo González?

Por su parte, el Albacete, impulsado por su triunfo en Alcorcón (2-3), confía en aprovechar la oportunidad de acercarse a la salida de la zona de descenso -o de abandonarla- y, de paso, involucrar al Tenerife. Sampedro, que podría repetir el último "once", pierde a los volantes Benito y Cidoncha y tiene el alta del lateral Antoñito.