La escolta barcelonesa Anna Cruz (28 años) es una de las jugadoras a las que el seleccionador Lucas Mondelo confió, tras el oro logrado en el Eurobasket de Francia en 2013, el relevo generacional forzado por las retiradas de Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar.

La ausencia de dos nombres que ocupan un lugar preeminente en la historia del baloncesto español no apartó, sin embargo, a la selección femenina de la senda del triunfo. Una plata mundialista (Turquía 2014) y un bronce continental (Hungría y Rumanía 2015) consolidaron en el último trienio la exitosa trayectoria de un grupo que apunta ya al preolímpico, antesala de los Juegos de Río 2016.

"Espero que nadie nos baje del podio", deseó en una entrevista a EFE Anna Cruz, quien en el pasado Eurobasket contribuyó con una media de 9.9 puntos, 2.0 rebotes y 1.5 asistencias a la conquista de la décima medalla del baloncesto femenino español en categoría absoluta.

"Estamos muy contentas por haber podido subir al podio y estar entre las tres mejores. Hemos rozado el oro. No ha podido ser esta vez, pero debemos estar contentas con el trabajo que hemos hecho. Una vez más hemos demostrado que estamos ahí arriba", apuntó la jugadora del Nadezhda ruso.

Solo una derrota, la sufrida ante la escuadra francesa en semifinales, impidió al equipo español -"el que menos encuentros ha perdido en todo el campeonato", remarcó Cruz- disputar una nueva final. "Ese fue nuestro peor partido pero, aun jugando mal, lo tuvimos ahí", lamentó con "el sabor agridulce" del revés sufrido ante las galas todavía en sus labios.

"No tuvimos el día. Por eso perdimos, no porque ellas hayan sido infinitamente superiores. El deporte es así, a veces se gana y a veces se pierde", subrayó.

"Satisfecha" por el "buen campeonato" realizado y por la capacidad del combinado español de sacar adelante duelos difíciles, Anna Cruz destacó la capacidad de cualquiera de las doce internacionales de "salir y romper el partido".

"Esa es la ventaja que tenemos. Cualquiera en cualquier momento te puede dar esa chispa que te falta", indicó.

La catalana aseguró que el grupo sale reforzado de la cita europea. "Ahora nos lo creemos pero siempre con los pies en el suelo. Vamos con respeto pero no con miedo. Si nosotras jugamos como sabemos jugar, las que tienen que estar preocupadas son las rivales", sentenció antes de fijar los Juegos de Río como nuevo objetivo. "Sería muy bonito vivir esa experiencia", concluyó.