Doctor en medicina deportiva, Conrado Rodríguez-Jaubert se presta a vivir su temporada número 24 en el seno del CB Canarias. Llegó al club aurinegro en la 91/92, tras el descenso de la ACB, siendo uno de los fichajes estrella de Pepe Cabrera, por aquel entonces gerente del club. En la actualidad es el director sanitario de Asepeyo.

¿Cómo se produjo el fichaje?

Estaba haciendo la especialidad en medicina deportiva en Barcelona y trabajaba en Hospitalet. Mi mujer había acabado el MIR y cogió plaza en Tenerife. Nos vinimos y, no sé cómo, pero Pepe Cabrera, al que no conocía, me llamó, me citó en el Luther King y me ofreció la posibilidad de entrar como médico de las categorías inferiores para encargarme de los reconocimientos médicos de los jugadores de base y acepté. 24 años después aquí sigo.

¿Quién era el médico del primer equipo?

Alberto Reyes, neurocirujano, muy buen amigo y un genio de la magia. Nunca le pregunté si fue él quien me recomendó a Pepe.

¿Su primer sueldo?

(Se ríe). Me dijeron que no me podían pagar mucho. Estuve dos temporadas con la cantera, de la que se encargaba Roberto Marrero.

Y llegó el salto al primer equipo.

En la pretemporada 93/94 Alberto Reyes me dijo que no disponía de tiempo y que me encargara también del equipo profesional.

¿Ha evolucionado mucho la medicina deportiva?

Sí que han aparecido métodos nuevos. Algún jugador famoso los recibió y al salir bien se le dio mayor divulgación. La tecnología ha ido evolucinando de manera constante.

¿El fisioterapeuta es un complemento del médico?

Y el médico un complemento del fisio. Son figuras que van de la mano. El diagnóstico siempre es médico, pero el fisio está en el día a día del jugador y expone las variantes en las técnicas a aplicar, las cargas de trabajo y demás. Hay protocolos y se aplican, siempre dependiendo de la confianza que exista. Y precisamente esta es una de las ventajas que tiene el CB Canarias al llevar muchos años trabajando juntos médico, fisios, preparadores físicos, delegados de equipo, entrenadores...

El alta médica no significa que el jugador puede disputar el partido del fin de semana.

En absoluto. Es cuando está apto para hacer elementos de entrenamientos con el equipo. Debe afrontar distintos ejercicios en grupo, jugar cinco contra cinco, ver que tipo de trabajo se realiza y ver si los puede asumir.

¿Se cumplen los tiempos en la recuperación del jugador?

Cuando es una fractura abierta y el protocolo indica entre cuatro y seis meses la media te la da dependiendo del paciente. Si es un deportista, joven y sin ningún problema, estará entre cuatro o cinco meses, pero en las personas mayores esa misma lesión se le cura en seis. Pero son estadísticas, no es matemática pura, siendo el componente individual muy importante dentro del deporte.

¿Algún jugador del CB Canarias muy "especial" a la hora de tratarse una lesión?

Siempre depende, no es lo mismo un jugador que inicia su carrera deportiva que un experimentado, siendo éste el que se dosifica muchísimo mejor. He tenido algunas malas experiencias, pero se quedan entre paciente y médico.

¿Y los norteamericanos?

Se han dicho si son más quisquillosos, pero no es del todo cierto. He tenido a jugadores que con una fractura abierta en un dedo de un pie y jugar un "play off. Incluso firmar un documento porque entendía que no iba a dejar de jugar.

¿Se refiere usted a Levi Rost?

No, no, fue antes de Levi. Pero ya que lo cita le digo que ha jugado muchas veces lesionado. Él se lesionó en Las Palmas y desde ahí toda su mecánica corporal cambió, con lesiones por sobrecarga, pero no cogió la baja nunca ni dejó de entrenar.

¿Cuántos presidentes ha tenido?

Paco Esteban, Benigno Afonso, Roberto Marrero y Félix Hernández.

Debe conservar muchas anécdotas.

Algunas, como la de cobrar en cierta temporada con acciones del Tenerife Baloncesto SAD (se ríe). O estar el club en una mala situación económica y llegar Benigno Afonso (q.e.p.d.) y darme una cantidad porque sabía que tenía que seguir pagando la hipoteca. Luego momentos duros, como el empezar desde regionales, o los buenos, con los distintos ascensos, la Copa Príncipe, los tres años en la ACB...

Hoy comienzan los reconocimientos médicos. ¿Es usted el que decide si está apto para fichar?

Las pruebas las hacen los especialistas de Hospiten, con el que el club tiene el concierto. A mí el cardiólogo me informa de las pruebas de esfuerzo, las analíticas me dan unos datos. Las pruebas físicas, en la pista, también dan información. Yo no digo si se ficha a un jugador o no; esa decisión no corresponde a un médico, salvo que esté en silla de ruedas. Todo jugador es recuperable, antes o después, pero la palabra la tiene el entrenador o el club.

¿En estos años ha tenido que decir no a algún jugador?

Sí. Pero dónde más decimos que no a un fichaje es en categorías inferiores. Las revisiones médicas pueden deparar una situación puntual que aconseje que ese chico no debe jugar. En profesionales existen contratos condicionales, en los que el jugador debe estar a prueba, por tal lesión o enfermedad, en el primer mes de competición. Nos ha ocurrido en el CB Canarias, pero que no llega ni a la prensa ni a los aficionados.

¿La pretemporada, el momento más duro para el deportista?

Es más propicia para lesiones y sobrecargas musculares. Un periodo duro porque no puedes estar parando los entrenos el segundo día. Las tres o cuatro primeras semanas son difíciles.