El Atlético de Madrid, con un magnífico tanto del francés Antoine Griezmann, remontó ante el Athletic (2-1) e igualó en la cabeza de la Liga BBVA con el Barcelona, que había sufrido su segundo pinchazo seguido al empatar contra el Deportivo (2-2), en tanto que el Real Madrid naufragó en Villarreal (1-0).

Mientras los azulgranas volaban con destino a Japón para disputar el Mundial de Clubes, el conjunto del argentino Diego Pablo Simeone sacó adelante un partido muy complicado e igualó a 35 puntos con el actual campeón, que lidera la tabla por mejor diferencia de goles.

Por contra, el ''submarino amarillo'' hundió al ''acorazado'' madridista, que queda ya a cinco puntos de sus rivales en la lucha por el título.

No fue nada fácil la victoria atlética en el Vicente Calderón ante un buen Athletic que por momentos pensó que podía sacar algún botín de Madrid.

El defensa francés Aymeric Laporte incluso adelantó al cuadro de Ernesto Valverde, al remachar en el segundo palo un saque de esquina (m.27), pero el Atlético tuvo la fortuna de superar los peores momentos e igualar en la última acción del primer tiempo, otro córner, que remató Saúl Ñíguez.

Con el empate el equipo madrileño mejoró algo en la reanudación, pero el Athletic le controlaba bien hasta que emergió el francés Antoine Griezmann para enganchar un precioso zurdazo desde fuera del área y desnivelar, ya definitivamente, la balanza, porque aunque quedaban algo más de veinte minutos no dio muchas opciones al conjunto vasco.

El Real Madrid, en cambio, no supo aprovechar el tropiezo azulgrana. Aunque era consciente de que tenía un compromiso más que comprometido en El Madrigal, salió atolondrado y los hombres de Marcelino García Toral todo lo contrario, muy activos en la presión y muy vivos.

Su furibunda salida se tradujo en un lanzamiento al palo de Jonathan dos Santos a los cuatro minutos y el gol de Roberto Soldado a los ocho, después de perder el balón el croata Luka Modric ante la presión de Bruno Soriano.

El exatacante, entre otros conjuntos, del Real Madrid, es todo un especialista en marcar a sus exequipos y añadió una nueva muesca a su lista de víctimas. Fue la recompensa de su buen comienzo de partido y de todo el equipo.

El conjunto de Rafa Benítez tardó casi media hora en aparecer en el césped villarrealense. Su despertar y mejoría, principalmente tras el descanso, no le dio para salvar ni siquiera un punto ante su falta de acierto en las pocas ocasiones que le concedió el equipo castellonense, que de paso mete presión al Celta en su lucha por la Liga de Campeones.

El inglés Gary Neville, tras estrenarse con derrota en la Liga de Campeones, debutó en la Liga con un sufrido punto en Ipurúa ante un buen Eibar (1-1). Además, lo hizo con un hombre menos desde el minuto 63 por la protestada y polémica expulsión del defensa argentino Lucas Orban.

El conjunto vasco, que como el valenciano trataba de ingresar en la zona europea, lo tuvo todo a favor con el tanto de Sergi Enrich justo antes del descanso y con el penalti y la expulsión de Orban.

En cambio, el lanzamiento de Saúl Berjón, que hubiera supuesto el 2-0, lo abortó Jaume Domenech, ha parado las dos penas máximas que le han lanzado en Primera esta temporada.

Esta acción mantuvo con vida al conjunto de Neville y a fe que lo aprovechó a cinco minutos del final en una acción embarullada que concluyó con autogol de David Juncá cuando pugnaba con el luso Andre Gomes.

El Eibar también acabó con diez hombres, pero la expulsión de Iván Ramis llegó en la prolongación y no hubo tiempo para mucho más, con lo que ambos equipos se quedan a dos puntos del sexto, el Deportivo, que cierra las plazas europeas.

El Málaga acabó con su gafe fuera de casa y logró la primera victoria de la temporada como visitante, un triunfo vital, ante el Rayo Vallecano (1-2), al que deja tocado y en zona de descenso, de la que se escapan los hombres de Javi Gracia.

El brasileño Charles (m.59) y el croata Duje Cop (m.86) revirtieron una situación más que delicada en el segundo periodo, después de que Javi Guerra, exjugador malaguista, adelantase muy pronto (m.9) a los pupilos de Paco Jémez, que volvieron a pecar de inocencia.