Dicen los que la vieron que la selección de Alemania de 1972 ha sido la mejor de la historia. Por encima de la que, dos años más tarde, ganó su Mundial a la Holanda de Johann Cruyff en la final o a la que, recientemente, deslumbró en Brasil con la histórica goleada a la anfitriona en semifinales (7-1) y el tercer cetro ante Argentina.

Bélgica acogió aquel año la fase final de la Eurocopa, todavía con cuatro combinados nacionales, y el equipo de Helmut Schön había llegado hasta allí después de vengar en Wembley la afrenta del Mundial de 1966 ante Inglaterra. El triunfo por 1-3 tuvo gran repercusión en el continente y situó a la entonces RFA como favorita. Los anfitriones cayeron en semifinales con dos goles de Gerd "Torpedo" Müller, ya Bota de Oro europea en esa temporada.

La final, como siempre en aquella época de Guerra Fría, tuvo tintes políticos. La parte germano-occidental contra la URSS. Netzer y Beckenbauer encaminaron el primer título continental para la Alemania "buena". Müller (2) y Wimmer hicieron el resto con sus goles y los más de 43.000 asistentes al viejo estadio de Heysel, en Bruselas, vieron como nacía una leyenda en el fútbol europeo.

Pero había otros ilustres en aquel equipo. El compañero de Torpedo en la delantera aquella selección, sin ir más lejos, era Jupp Heynckes. El entonces jugador del Borussia Mönchengladbach, club con el que ganó cuatro Bundesligas y una Copa de la UEFA, vivió en 1972 su gran torneo con la selección. También formó parte de la campeona del mundo en 1974, pero solo jugó medio tiempo en toda la fase final. El dato resulta curioso si se tiene en cuenta que, con 30 goles, fue el máximo goleador de la Bundesliga aquel curso. Es además el tercero en la historia (220), solo por detrás de Gerd Müller (365) y Klaus Fischer (268). Pero en el Mundial, Schön prefirió dos extremos (Grabowski y Hölzenbein) y un solo punta. Sobraba uno. Sobraba Heynckes.

Por eso, en la Eurocopa se sintió más protagonista. En total, fue 39 veces internacional y marcó 13 goles. Aquel hijo de un herrero y de una dependienta de tienda que estuvo escondido en casa junto a su familia durante la II Guerra Mundial triunfaría luego como entrenador.