El Espanyol sufrió este domingo un duro mazazo contra el Celta (0-2), en Cornellà-El Prat, debido a dos goles de los gallegos en el descuento, con el marcador con empate a cero, una situación que se ha repetido de forma similar en tres ocasiones más desde que arrancó la presente temporada.

En la segunda jornada de Liga, el Málaga empató el partido cuando el encuentro estaba a punto de terminar con 2-1 a favor del Espanyol gracias a dos goles de Gerard Moreno. No obstante, una diana de Charles en el minuto 89 deslució el trabajo del anfitrión. Un jarro de agua fría para la grada catalana.

En la tercera jornada, frente a la Real Sociedad en Anoeta, el mazazo no llegó sobre la bocina, pero también ocurrió en los compases finales del partido. Piatti adelantó a los blanquiazules con un tanto en el 61 y Willian José firmó el 1-1 con el que acabó el choque en el 78. De nuevo, la victoria se resistía.

Contra el Real Madrid, en la cuarta jornada en Cornellà, el Espanyol resistía en la primera mitad. Incluso llegó a mandar en varios tramos del inicio del pulso. De todos modos, James se inventó un latigazo justo antes de que el árbitro señalara el descanso. El 0-1 fue un duro golpe para los de Quique Sánchez Flores.

El último episodio ocurrió ayer, frente al Celta en Cornellà-El Prat. Cuando parecía que el partido iba a terminar en tablas, el cuadro gallego puso un 0-2 en el luminoso en tres minutos. Primero Rossi, con una vaselina lejana y perfecta, y después Sisto tras regatear a todo el equipo contrario arrancando desde su campo.

El vestuario catalán reflexiona y reconoce que deben corregir esta falta de concentración en los compases decisivos cuanto antes. El entrenador, Quique Sánchez Flores, reconocía ayer que no llega a comprender estas desconexiones del partido por parte de sus pupilos. Todos coinciden en que la autocrítica y la mejoría son necesarias.