El púgil grancanario Jerobe ''Chocolatito'' Santana, que se autodefine como el Ronaldinho o el Jonathan Viera del boxeo, defenderá este viernes por última vez el cinturón de campeón del mundo júnior del peso ligero ante el nicaragüense David Morales, en un combate que prevé igualado, aunque cree que el título se quedará finalmente en casa.

El boxeador del barrio de La Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, que entrena a las órdenes de Carlos Formento, afirma que llega en su mejor momento de forma a este combate, tras el cual espera optar a convertirse en campeón de Europa del mismo peso en 2017.

El combate entre Santana y Morales es uno de los platos fuertes de una velada de boxeo con dos títulos europeos en juego, los que defienden los púgiles Ceferino Rodríguez "Ferino V" y Abigail Medina "Bebe" contra los boxeadores franceses Ahmed El Mousaoui y Jeremi Parodi en las categorías welter y supergallo.

Pregunta.- La velada de este próximo viernes ha sido definida como la más importante de los últimos 40 años en España. ¿Comparte esa opinión?

Respuesta.- En cuanto a boxeadores se refiere, se presenta bastante bien, porque son muchos años en que no se hace un evento de esta relevancia y, por lo que a mí respecta, estoy dando el 200 % en los entrenamientos para ofrecer el mejor espectáculo.

P.- Usted defiende el título de campeón mundial júnior del peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo ante el nicaragüense David Morales, que a última hora sustituye por lesión al belga de origen italiano Francesco Patera.

R.- Ahora tengo 24 años y será el último campeonato júnior que puedo hacer. El rival es un poco más bajo que yo (Jerobe mide 175 centímetros). Será un combate bastante duro e igualado, ante un rival muy peleón y pegador, pues de los 13 combates que ha ganado, 12 han sido por KO.

P.- Y para quien no lo haya visto aún boxear, ¿cuáles son las características de Jerobe Santana?

R.- Yo soy el Ronaldinho o el Jonathan Viera del fútbol, pero en boxeo (se ríe). Intento que la gente se divierta conmigo y que salga sonriendo y con una buena imagen del boxeo. Quiero que el público vea que hago este deporte porque es mi pasión.

P.- En su caso, boxeará esta vez delante de su público.

R.- Por un lado es una ventaja que los aficionados te animen, porque cuando quedan diez segundos para terminar cada asalto estás un poco exhausto y los gritos te ayudan a acabar bien, pero por otra parte es una responsabilidad, porque nunca quieres decepcionar, y menos en tu isla.

P.- ¿Qué tal llega a este combate?

R.- Creo que es una de las mejores preparaciones que he tenido, porque no siento ni un dolor; ni uno. He entrenado con Carlos Formento, y la parte física con Idoia y Nerea, en la Ciudad Deportiva Gran Canaria. Estoy en 63 kilos, bastante cerca del peso, y solo me resta bajar 1,8 kilos, aunque eso lo haré en la última sudada, para no deshidratarme mucho y llegar bien. He apartado el chocolate (que le encanta y por cuyo diminutivo se le conoce) y llevo dos meses a dieta de monje shaolin, como digo yo, con lo que llegaré en la mejor forma posible.

P.- Tras este combate, ¿cuál será el siguiente reto en su carrera?

R.- Lo primero que me planteo es ganar el viernes y dejar el título aquí, y posteriormente, como aspirante al cinturón de campeón de Europa, me gustaría disputar esa velada en Francia y traerme el título a la isla. El otro aspirante es francés y el público sigue allí bastante el boxeo, por lo que sería un buen escaparate para que la gente me vea.

P.- ¿Saldrá el viernes en los prolegómenos vistiendo la camiseta de la UD Las Palmas?

R.- Sí, como siempre. Yo jugaba de mediapunta en los filiales de la Unión Deportiva, y soy amarillo al 100 %. Creo que es la mejor manera de representar a tu isla y de poner a Gran Canaria donde tiene que estar. Muchos jugadores de la UD me llaman y me animan, y me llevo muy bien con todos: Jonathan Viera, Roque... aunque mi mejor amigo es Aythami Artiles.

P.- Cambió el fútbol por el boxeo. Se supone que estará más a gusto en esta disciplina.

R.- Sí, claro. Yo era un poco indisciplinado cuando era más pequeño y el fútbol me inculcó pocos de los valores que un deportista debe tener. Lo mejor era buscarme un deporte individual y acabé en el boxeo, y creo que es lo mejor que he podido hacer por mi familia y por mí. Estoy muy agradecido al boxeo por todo lo que me ha transmitido.