Una salida y una llegada. Primero fue la de arena y luego la de cal. El Iberostar Tenerife anunció ayer que el lituano Marius Grigonis hizo efectiva la cláusula de salida -tal y como hicieran Txus Vidorreta y Aaron Doornekamp-. Horas después se concretó su llegada al ALBA de Berlín de Aíto García Reneses, por el que firmó un contrato de tres años. No se hizo esperar la reacción aurinegra, que prácticamente "ipso facto" dio oficialidad a la llegada del internacional húngaro Rosco Allen, primer fichaje de la temporada y que firma por un año.

Si bien no han trascendido las cifras de la operación, el CB Canarias tuvo que llegar a un acuerdo con el Rio Natura Monbus Obradoiro, que seguía teniendo los derechos del jugador tras incluirlo en tanteo.

La pasada 2016/2017 fue la primera campaña del jugador de 206 centímetros y 24 años en la Liga Endesa, tras cursar varios años en la NCAA estadounidense de la mano de la Universidad de Stanford. Con el conjunto gallego disputó 23 partidos, en los que promedió más de 10 puntos, casi cuatro rebotes para casi nueve créditos de valoración en más de 24 minutos de juego. Se perdió varios meses de competición debido a una fractura de la tibia de su pierna izquierda de la que ya está totalmente restablecido.

Allen, preseleccionado por la selección magiar para el Eurobasket, es un cuatro versátil que puede jugar de tres. Puede jugar de cara al aro y unos contra uno gracias a su finta y velocidad. Sin poseer el lanzamiento exterior de Doornekamp, el atlético baloncestista puede ejecutar de tres. Con el Obradoiro encestó 24 de sus 74 intentos -un 32% de acierto-.

Para el director deportivo y gerente aurinegro, Aniano Cabrera, esta alta supone "la apuesta por un jugador intenso y polivalente, con mucho margen de crecimiento por delante".

Del mismo modo, el dirigente de los laguneros reconoció que "con la salida de Marius Grigonis" les quedan "dos o tres fichajes más para cerrar la plantilla".

La marcha del lituano no afecta en exceso a la posición de escolta, gracias a la presencia de Davin White y Nico Richotti. Sí a la de alero, donde solo Javi Beirán es puro. Es, por tanto, una de las plazas a cubrir por Cabrera.