El doloroso final de la pasada temporada para la afición del Tenerife vino acompañado por la preocupante salida del club de jugadores que fueron protagonistas en una campaña que estuvo a punto de finalizar con el ascenso del equipo a Primera División. Amath, Lozano, Shibasaki, Aarón Ñíguez, Germán... Ninguno de ellos se mantuvo en una plantilla que, a partir del 24 de junio, entró en un proceso de renovación que, en el comienzo de la nueva Liga, sigue incompleto por la falta de los últimos refuerzos de ataque. Dos o tres altas se esperan antes de que se cierre el mercado de verano, al final de agosto.

El secretario técnico del Tenerife, Alfonso Serrano, tuvo como punto partida el "núcleo duro" de la plantilla -así lo definió José Luis Martí-, jugadores que han ido consolidando la estructura del equipo desde el ascenso a Segunda División de 2013: Suso, Cámara, Carlos Ruiz, Aitor Sanz, Alberto, Vitolo, Dani Hernández e incluso Jorge Sáenz, afianzado como titular desde la campaña pasada. A esta base se unen dos de los refuerzos del verano anterior, los laterales izquierdos Camille e Iñaki, una incorporación del invierno de 2017 que pasó a ser propiedad del club, Tyronne, y el repescado Carlos Abad Hernández, tras su aprendizaje durante dos años en el Castilla. El extremo Álex García podría ser uno más, pero no cuenta para Martí. A partir de ahí, Serrano apuntaló la defensa con el lateral derecho Luis Pérez, un joven valor formado en la cantera del Sevilla, y por el veterano central argentino Lucas Aveldaño, con experiencia de una temporada en la Segunda División española por su paso por el Mallorca (15/18). En la siguiente línea destaca la apuesta por el centrocampista hondureño Bryan Acosta, un internacional que firmó por un lustro. Luego, en posiciones ofensivas, el secretario técnico se decantó por el regreso de Juan Carlos Real, que fue blanquiazul en la segunda vuelta de la 2014/15, y por las garantías que ofrecen los extremos Juan Villar (no bajó de los 10 goles en las cinco últimas campañas) y el recién fichado Francisco Montañés, y el delantero Víctor Casadesús. Pero faltan caras nuevas para el frente de ataque y el club agotará el mercado con el propósito de asegurarle goles al equipo. La Liga empezará sin ellos, aunque en el Tenerife confían en darle a Martí entre dos y tres futbolistas más. Los descartes procedentes de Primera y el mercado extranjero son las vías a explotar.