El Chelsea confirmó ayer el acuerdo alcanzado con el Atlético de Madrid para traspasar al delantero Diego Costa al club español por 55 millones de libras fijos y 7 millones más en variables (62+8 millones de euros), una cifra similar a lo que el club inglés pagó el pasado verano al Real Madrid por el delantero Álvaro Morata.

Costa, de 28 años, que ya jugó en el conjunto rojiblanco entre 2007 y 2014, ve así cumplido su deseo de abandonar el Chelsea y regresar a Madrid. El hispano-brasileño, que ha ganado dos títulos de la Premier League en sus tres temporadas en Stamford Bridge, ha anotado 59 goles en 120 partidos oficiales con los "Blues", pero lleva sin jugar 98 días, desde el pasado mes de junio, en un partido de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 ante la selección de Macedonia.

A comienzos de verano, se declaró en rebeldía y se negó a incorporarse a los entrenamientos del Chelsea, buscando el anhelado traspaso al Atlético que por fin se ha dado. El jugador no entraba en los planes del técnico Antonio Conte, quien, supuestamente, le hizo saber al final de la temporada pasada a través de un escueto mensaje de texto que no contaba con él y que tenía que buscarse un nuevo equipo.

Con el título liguero bajo el brazo, el punta, que acusó a su club de tratarlo "como a un criminal", se marchó de vacaciones a su ciudad natal de Lagarto, en Brasil. Sin embargo, pese a la insistencia y a los avisos continuados del Chelsea, que lo multó en repetidas ocasiones por su indisciplina, el futbolista se negó a regresar hasta conseguir su objetivo de volver a vestir de rojiblanco.