Una remontada casi inexplicable fue la que ayer le otorgó al CD Tenerife su primer triunfo del año y su segunda victoria fuera de casa 133 días después de aquel lejano triunfo en Barcelona el 28 de agosto. Inexplicable por lo inesperado, y por la manera en la que el cuadro tinerfeño se sobrepuso a una cascada de infortunios, especialmente en la segunda parte, que fue donde se coció todo el caldo de un partido que dejó lo más sabroso para después del descanso. Una victoria que, además, sirve para liberar al equipo de las excusas de no vencer lejos del Heliodoro, y para "despejar las cabezas", como reconoció después del choque Víctor Casadesús, autor del tanto que dio la victoria a los de Martí a tres minutos del final de la contienda.

Con este bienvenido botín en el Carlos Belmonte, cierra el Tenerife una deficitaria primera vuelta del campeonato, y esboza esperanzas de un necesario y deseado cambio de tendencia para la segunda mitad de la Liga, en la que los de Martí deberán recuperar parte del terreno perdido hasta ahora y acercarse al equipo competitivo y fiable que fue el curso pasado. El inicio del partido en un Carlos Belmonte gélido pero sin la brusquedad meteorológica esperada fue de susto para el combinado insular, que se topó con el ímpetu del Albacete y un par de jugadas en las que el conjunto manchego pudo marcar. Una salida en falso de Dani en el minuto 10 pudo significar el uno a cero, pero el árbitro anuló la jugada por falta del atacante Roman Zozulia, un futbolista demasiado agresivo y que mereció ser amonestado mucho antes por sus continuas faltas y juego subterráneo, que se encontró con la permisividad de De la Fuente Ramos.

Además, el Tenerife tuvo a Dani Hernández, que regresaba a la titularidad, como su gran baluarte en ese período, al evitar con dos grandes intervenciones el gol local; una a tiro desde lejos de Belda (15''), y luego un cabezazo de Zozulia que sacó en el ángulo de la escuadra a la media hora de juego. Por su parte, en ataque no hubo apenas noticias del equipo de Martí en la primera mitad, en la que ni Longo ni ninguno de sus escuderos de ataque (Villar, Casadesús y Juan Carlos) inquietaron la portería defendida por Tomeu.

Pero fue en la segunda parte donde empezaron a pasar muchas cosas desde el minuto 46, con Samuele Longo retirándose lesionado y forzando la quinta amarilla que le dejará parado al menos en el próximo duelo en La Romareda, a expensas de conocer el alcance de su lesión en los isquiotibiales. Sin tiempo a reaccionar llegaría el gol albaceteño, en un error de Carlos Ruiz al que se le anticipa Bela en el primer palo para adelantar a su equipo (47''); otro mazazo y esta vez de magnitud. Pero aún sin su máximo artillero, los blanquiazules iban a tener la gran oportunidad de empatar en el minuto 57, a raíz de un penalti por manos de Saveljich a centro de Villar. Juan Carlos se fue con decisión a por el lanzamiento pero su tiro lo desvió Tomeu y abortó en ese momento la igualada.

Por si fuera poco, un par de minutos después iba el Tenerife a perder a otro jugador, pero en este caso por expulsión. Carlos Ruiz, que vio tarjeta en el minuto 44, fue amonestado en un encontronazo con el ínclito Zolulia y el colegiado castellano-leonés iba a optar por lo más sencillo a la vez que injusto, mostrar la segunda amarilla al central andaluz, por lo que el equipo tinerfeño se quedaba en inferioridad (59''). El paisaje del encuentro se presumía desolador para un Tenerife que no tiraba a puerta, y ante un rival venido arriba y con la confianza suficiente como para encarrilar el choque. Pero emergió entonces la figura de Juan Carlos Real, y el gallego se desquitó de su error en el penalti para aprovechar un gran pase en profundidad de Juan Villar y firmar el empate a uno. Martí, ya con Suso como recambio de Longo, introdujo a Alberto para cubrir la baja de Carlos Ruiz en la zaga, y esa modificación forzada restó todavía más fluidez al equipo al sacrificar a Juan Carlos para recomponer la defensa.

El paso de los minutos fue de repliegue intensivo del Tenerife, al que el Albacete fue empujando a su área a base de intensidad pero con escasa claridad. Hasta que en pleno dominio del Albacete, Raúl Cámara cuelga un balón al área rival y de manera milagrosa lo remata de cabeza Casadesús para petrificar al Belmonte y reavivar a un Tenerife que no sabe muy bien cómo, pero regresa de Albacete con un triunfo revitalizante y más que necesario para seguir creyendo.

1-2

ALBACETE TENERIFE

Albacete Balompié: Tomeu (1); Arroyo (1), Chus Herrero (2), Saveljich (1), Gafoor (1), Víttolo (2); Jon Erice (1); Dani Rodríguez (1), Susaeta (1), Jeremie Bela (2) y Zozulia (1). En el minuto 71, Susaeta dejó su puesto a De la Hoz (1); y en el minuto 80, Aridane (s.c.) sustituyó a Dani Rodríguez.

CD Tenerife: Dani Hernández, Rául Cámara, Aveldaño, Carlos Ruiz, Camille; Bryan Acosta, Aitor Sanz; Juan Carlos Real, Juan Villar, Casadesús y Longo. En el minuto 47, Longo dejó su puesto a Suso; en el minuto 63, Alberto sustituyó a Juan Carlos; y en el 77'', Malbasic entró por Villar.

Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos (1), del Comité Castellano-leonés, asistido por David Villabeirán Souto y Daniel Pescador Hernández. Se excedió en la segunda tarjeta a Carlos Ruiz y permitió el juego brusco de Zozulia. Vio bien el penalti por manos de Saveljich. Expulsó por doble amarilla a Carlos Ruiz (44'' y 59''). Amonestó a Acosta (32''), Casadesús (59''), Zozulia (70''), Suso (90'') y Raúl Cámara (91'').

Goles: 1-0, m. 47: Bela se anticipa a Carlos Ruiz y bate por bajo a Dani Hernández desde cerca; 1-1, m. 61: Juan Carlos, a pase de Juan Villar, con un disparo cruzado; 1-2, M. 87: Casadesús de cabeza tras centro de Cámara desde la banda derecha.

Incidencias: Partido de la jornada 21 de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Carlos Belmonte ante 6.325 espectadores, según cifras oficiales. Tarde fría pero sin lluvia o nieve y terreno de juego en buenas condiciones. El Albacete vistió todo de blanco y el Tenerife lució su segunda equipación, rosa y gris. El presidente blanquiazul, Miguel Concepción, estuvo en el palco. Una docena de miembros de la Peña Ibérica animaron al Tenerife desde la grada.