Este tipo de partidos, en los que el entrenador camina por el borde del precipicio durante la semana, terminan generando la suficiente negatividad como para provocar que acabe de caerse. Ahora bien, ayer Martí puso de su parte permitiendo un primer tiempo absolutamente desequilibrado. Su propio reconocimiento, al descanso, rearmando al equipo a costa de perder un delantero con 0-3, es la confirmación de su error de planteamiento.

El Barcelona B jugó a placer el primer tiempo, colocó dos líneas de 4, nadie apretó ni impidió el inicio de sus pivotes, que se pasearon. Rivera, soberbio, y Oriol Busquets, conectaron con las diagonales de Ruiz de Galarreta desde la izquierda hacia el c entro y con los movimientos de enganche de Abel Ruiz y Lozano, para coger en inferioridad siempre a Aitor o a Bryan. Los goles fueron cayendo. En una salida limpia de Ruiz de Galarreta, que caminó solo, se generó el 0-1. El volante encontró abierto en la derecha a Pérez, que pisó el área y disparó por bajo para colar el balón por debajo de Dani. Era el minuto 9 y se había apagado la furiosa salida del Tenerife, que no supo como meterle mano a la situación. Conforme a su ya comentada falta de línea conductora en el juego, el equipo tiró pelotazos y perdió un poco la cabeza. En esas, con solo 15'', Lozano bajó a enganchar, avanzó y metió un pase de cine para que Pérez se plantase ante Dani, que tampoco salió decidido. El extremo juvenil lo regateó y marcó a placer: 0-2.

En una situación así, lo demás fluye solo. Se llama dinámica y puede con todo, para bien y para mal. Hasta con lo más extremo, como el penalti con el que Valdés Aller obsequió al Tenerife en un disparo de Suso que Cucurella rechazó con el cuerpo. Era el minuto 32 y abría expectativas de cambio, pero Aitor Sanz lo tiró por el centro y por encima del larguero. En fin. La respuesta rival fue la jugada del primer gol casi repetida, pero esta vez señalando la habilidad de Pérez ante Camille, al que superó con un regate en el área antes de fusilar otra vez a Dani y de nuevo por su palo.

Entre un gol y otro, y entre el otro y el tercero, el Barcelona B dominó el partido con su superioridad numérica en el medio, haciendo correr al Tenerife, que sufrió en el campo, pitado por su público e incapaz de armar una jugada. La misma imagen de toda la temporada, pero ante un adversario que disfruta de este tipo de situaciones. El peso de su juego recae en tres o cuatro juveniles, pero huelen la sangre cuando ven espacios y con su técnica individual te devoran.

Moraleja: si los delanteros no trabajan defensivamente, los dos pivotes solos contra cuatro rivales no saben si ir o esperar y quedan retratados. El desastre táctico de la primera parte, con Malbasic y Víctor Casadesús de espectadores y la zona ancha perdida, era tan evidente que Martí decidió meter a Alberto en el campo tras el descanso. Lo puso de pivote y sobre su posición avanzó un rombo: Bryan a la derecha, Aitor Sanz a la izquierda y Juan Carlos en el vértice superior, con Víctor y Malbasic en la punta. El sacrificado fue Suso. Además, el equipo atrás cerró con los dos centrales y metió en tres cuartos de campo a Cámara y Camille. El empuje de Alberto generó presencias en el área de los catalanes, que fueron asumiendo que le esperaban tres cuartos de hora de repliegue intensivo. Así fue, no pasaron ni una sola vez de medio campo con balón en todo el segundo tiempo. Como el día y la noche. Tan así fue la cosa que su entrenador, Gerard metió un quinto defensa en el minuto 58, Fali, que se incrustó entre Costas y Martínez, y todos atrás a achicar los centros mal hechos, imprecisos, como sin fe, que tiraba el Tenerife desde los costados.

En esa dinámica, el equipo pedía a gritos enriquecer el juego por fuera. En eso también llegó tarde Martí, que quitó a Cámara en el 63'', pero no puso a Luis Pérez, sino que tiró al carril a Bryan y metió en un interior a Tayron, insustancial como de costumbre. Hasta el final todo fue barullo, con el filial muy atrás y el Tenerife, sin estilo ni costumbre en el juego posicional, siguió chocando contra un muro, tirando córners y sacando centros sin ton ni son. De hecho, con toda la posesión y 15 saques de esquina, no creó ni una ocasión clara de gol. Marcó en uno de esos córner al primer palo que cerró mucho Bryan y cazó Jorge. Era el minuto 77 y, aun quedando tiempo de sobra, el equipo nunca dio la sensación de creer, sumido en su improvisación atrabancada. Incluso Gerard metió otro central y avanzó un poco a Fali, pero no le hubiera hecho falta, porque no sufrió para conservar la ventaja y lograr su segundo triunfo fuera con tres goles de un juvenil que no había marcado en Segunda.

Y esta es la crónica de un final de plazo anunciado, en el que Martí retrató uno por uno sus errores de toda la temporada.

1-3

tenerife barcelona b

CD Tenerife: Dani Hernández; Raúl Cámara, Jorge Sáenz, Aveldaño, Camille; Aitor Sanz, Bryan Acosta; Suso, Juan Carlos Real; Casadesús y Malbasic. En el descanso, Suso se quedó en el vestuario y entró en su lugar Alberto; en el minuto 62, Tayron sustituyó a Raúl Cámara; en el 81'' Borja Llarena suplió a Juan Carlos.

Barcelona B: Ortolá (1); Palencia (1), David Costas (2), Martínez (2), Cucurella (2); Oriol Busquets (2), Cristian Rivera (2), Ruiz de Galarreta (2), Carles Pérez (3), Abel Ruiz (1) y Choco Lozano (1). En el minuto 66, Fali (1) entró por Lozano; en el 78'', Mújica (s.c.) sustituyó a Abel Ruiz; y en el 87'', Cuenca (s.c.), por Cristian Rivera.

Árbitro: Jorge Valdés Aller (Comité Castellano Leonés). (1). Obsequió al Tenerife con un penalti por manos de Cucurella que no existieron. El partido no le dio más complicaciones. Amonestó a los jugadores locales Jorge (27''), Raúl Cámara (29'') y Aveldaño (92''), y a los visitantes Cucurella (32''), Lozano (58'') y Oriol Busquets (75'').

Goles: 0-1, m. 9: Carles Pérez, por bajo en el primer palo; 0-2, m. 14: Carles Pérez, tras regatear a Dani; 0-3, m. 36: Carles Pérez tras driblar a Camille, otra vez por bajo. 1-3, m. 77: Jorge Sáez, de cabeza tras un córner lanzado por Bryan.

Incidencias: Partido de la vigésimo tercera jornada del Campeonato de Segunda División, Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 13.079 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Barcelona B lo hizo todo de azul cielo. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Carlos García, ex jugador del CD Tenerife.