El histórico guardameta italiano Gianluigi Buffon, símbolo eterno del Juventus y último baluarte del antiguo esplendor del fútbol "azzurro", celebrará el domingo sus 40 años, con el futuro de su carrera todavía por decidirse.

Tras construir su leyenda durante 23 temporadas pasadas en las grandes vitrinas italianas e internacionales, Buffon llegará este 28 de enero a los 40 años con la duda entre colgar las botas a finales de mayo y prolongar un curso más una carrera única.

Será un día significativo para el fútbol transalpino, que celebrará un portero que defendió la camiseta "azzurra" en las noches más dulces, como la del verano 2006, cuando conquistó su cuarto Mundial, y en las más amargas, como la de la fracasada clasificación a la próxima Copa del Mundo.

En todos esos momentos, "Gigi" se lució por su liderazgo y lealtad, que le convirtieron en un ejemplo a seguir no solo para sus compatriotas sino también para los futbolistas internacionales, que le reconocen unánimemente como una indiscutible leyenda del fútbol.

A base de grandes prestaciones, Buffon se hizo con el récord absoluto de partidos con una selección afiliada a la FIFA (175), el registro de minutos sin recibir goles en la liga italiana (973) o el de futbolista más ganador de la historia del Juventus, entre otros.

Nacido en Carrara, una pequeña ciudad de la céntrica región Toscana famosa internacionalmente por sus blancos mármoles, Buffon creció en una familia muy vinculada con el mundo del deporte.

Su madre fue tres veces campeona italiana de lanzamiento de peso mientras que su padre fue internacional transalpino en la misma especialidad; además, sus dos hermanas jugaron en la Primera División del voley italiano.

Tras empezar su carrera de futbolista como centrocampista, Buffon empezó a entrenarse como portero desde los 14 años en los juveniles del Parma, el club con el que llegó a debutar como profesional el 19 de diciembre de 1995 en un encuentro de la Serie A contra el Milan.

Tras seis exitosas temporadas, en las que conquistó la Copa de la Uefa de 1998, una Copa Italia y una Supercopa nacional, "Gigi" entró en los objetivos del Juventus, que para ficharle tuvo que desembolsar la cantidad récord de 75 mil millones de liras (el equivalente de unos 37 millones de euros).

En Turín, Buffon se convirtió en un símbolo de la portería "bianconera" y contribuyó con sus grandes actuaciones a la apertura de una era de triunfos, en la que levantó ocho "Scudetti" (títulos ligueros), tres Copas Italia, y cinco Supercopas transalpinas.

En estos 17 años, el guardameta compartió el vestuario con grandes glorias del fútbol mundial, como sus compatriotas Alessandro Del Piero, Fabio Cannavaro, los franceses Zinedine Zidane, David Trezeguet o Patrick Vieira o el checo Pavel Nedved, entre otros.

Capitán del Juventus desde 2011, Buffon vio como, año tras año, todos los grandes campeones del último ciclo de oro del fútbol italiano se retiraban y se quedó solo, como último símbolo de esos grandes triunfos a nivel de club y de selección.

Y fue precisamente con la camiseta de la selección "azzurra" que Buffon vivió uno de los momentos más altos de su vida deportiva, cuando el 9 de julio de 2006 levantó en Berlín (Alemania) contra la rival Francia la cuarta Copa del Mundo de Italia.

Sin embargo, la carrera del portero del Juventus fue caracterizada también por amargas decepciones, como la ya mencionada fracasada clasificación a Rusia 2018, y las tres finales perdidas en la Liga de Campeones.

La "Orejona" es el único trofeo a nivel de clubes que le falta a Buffon; llegó a rozarla en 2003, cuando se la arrebató el Milan, en 2015, cuando perdió contra el Barcelona, y el año pasado, cuando se rindió ante el Real Madrid en la final de Cardiff (Gales, Reino Unido).

Buffon aseguró repetidamente en los últimos tiempos que está "disfrutando mucho" de este tramo de su carrera y subrayó que levantar la Copa de Europa, pese a ser un claro objetivo, no es catalogable como una "obsesión".

En un principio, el italiano había asegurado que esta temporada podía ser la última de su carrera, aunque reconoció en una reciente entrevista con un medio transalpino que le gustaría prolongar su trayectoria futbolística un año más.

A la espera de que se aclare su futuro, "Gigi" llega este domingo a los 40 años, con la alegría y el orgullo por haber protagonizado una carrera que se quedará eternamente en la historia del fútbol mundial.