Triunfo meridianamente cómodo del Real Madrid, que encara la Copa del Rey como líder de la Liga Endesa y que sacó una importante victoria en su pista para cortar una racha de tres derrotas consecutivas entre la competición doméstica y la continental (89-76).

El Iberostar Tenerife solamente aguantó un cuarto las embestidas del Real Madrid, que apenas notó el desgaste de su duelo europeo del viernes, frente al Olympiacos. Los de Pablo Laso se sobrepusieron a un regular inicio (18-21), marcado por los nueve puntos y el tres de tres en triples de Javier Beirán, para poner las cosas en su lugar en el segundo cuarto.

Un parcial de 9-0 en los dos minutos iniciales del segundo cuarto situó el 27-21 para los de Laso, que desde entonces no dejarían de llevar la iniciativa en el electrónico. Si Luka Doncic fue el mejor del Madrid en ese primer cuarto de dominio tinerfeño, el relevo lo tomó en el segundo parcial Felipe Reyes, con nueve puntos en ocho minutos. Mientras, Beirán seguía a lo suyo y alcanzaba un perfecto cuatro de cuatro en triples.

Sin embargo, en la virtud estaba la penitencia de los isleños, certeros desde el perímetro, pero muy flojos en lanzamientos de dos, sin llegar a un 25% de acierto. Al descanso, 43-34 para los capitalinos.

Laso aseguró en rueda de prensa que el Madrid había conseguido cambiar el tempo del partido en ese segundo cuarto. Y a la vuelta de los vestuarios simplemente mantuvo esta tendencia, matizada por la aparición de piezas como Walter Tavares.

El pívot del Real Madrid, con una discreta primera parte, sólo necesitó algunos minutos del tercer cuarto para establecer su dominio puntual, pero decisivo, bajo los aros. Fueron seis puntos, tres rebotes y una asistencia, apoyados por los triples de Jeff Taylor y de Fabien Causeur, que dispararon al Madrid directamente hacia la victoria. Un dos más uno de Facundo Campazzo aumentó aún más la renta de los merengues, hasta el 68-53 con el que se llegó a los últimos diez minutos del enfrentamiento.

Ahí, con Beirán ya seco, Mike Tobey lideró a los suyos gracias a sus ocho puntos que ayudaron al menos a que los visitantes se llevaran la victoria parcial en este cuarto (21-23), pero que obviamente no pudieron cambiar el rumbo de un encuentro coronado para los madridistas con un precioso mate de Anthony Randolph, sello final a un buen trabajo colectivo del titular del Palacio de la Comunidad (89-76).

El Iberostar Tenerife echó de menos una mayor aportación de su jugador franquicia, Mateusz Ponitka, que ayer no tuvo su día. El polaco disputó su peor partido desde que viste los colores aurinegros, con una valoración que se quedó en negativo (-1).

El segundo triunfo en el feudo blanco, después del conseguido en 2013, tendrá que esperar para la parroquia aurinegra.