El nuevo avance que protagonizó ayer el Tenerife en su intento de acercarse a los puestos de promoción, no modificó el mensaje que ha ido transmitiendo cada semana su entrenador, Joseba Etxeberria; especialmente en sus últimas ruedas de prensa, coincidentes con una clara reacción del equipo.

El técnico no ocultó su satisfacción por la rumbo que ha tomado el Tenerife, pero prefirió no desviar su atención de la meta más cercana, es decir, el encuentro del próximo viernes ante el Oviedo en el Rodríguez López. "Estamos contentos porque llevamos una buena dinámica, pero no me voy a salir del guion", advirtió. "Soy consciente de que a la gente le gusta mucho hacer cálculos, pero yo no creo en eso, sino en que nuestro camino tiene que ser el Oviedo. Para nosotros ese es el último partido. No vamos a pensar en nada más", añadió.

Etxeberria confesó que asumió el desafío de entrenar al Tenerife siendo "optimista", porque "conocía a la plantilla" que iba a tener a sus órdenes. "Pero ha sido una grata sorpresa ver trabajar a estos jugadores. A partir de ahí, se podía competir mejor y el equipo lo está haciendo. Llevamos 10 puntos de 12 y hemos hilado dos victorias, sabiendo que el viernes viene el Oviedo. Estoy seguro de que el público nos transmitirá energía y que ese partido será muy vibrante", continuó Joseba.

Volviendo al pasado reciente, el del 1-2 en el Nou Estadi, Joseba admitió que su equipo empezó "muy mal" el encuentro. Es más, opinó que el tanto del conjunto local fue "lo mejor" que le pudo pasar al Tenerife, ya que el acierto de Tete le sirvió de estímulo a los blanquiazules. "La reacción fue muy buena y después de lograr el empate seguimos apretando", destacó. "En el segundo tiempo, después de hablar en el descanso, el equipo supo sufrir. Pero el balón nos duraba poco. Por el resultado, el Nástic se vio obligado a dar un paso adelante", apuntó sobre una fase en la que el adversario puso en apuros al Tenerife. "Tuvimos ansiedad porque íbamos por delante y queríamos ganar fuera. Esa sensación nos perjudicó a la hora de circular el balón. Fue una pena que no marcáramos el tercer gol, porque creamos ocasiones claras", lamentó.

En comparación con la anterior salida bajo su supervisión, la de ayer resultó más convincente, según el técnico. "Mantuvimos el orden del partido en Alcorcón, pero ante el Nástic fuimos un equipo mucho más competitivo y con más intención en situaciones de ataque. Cada vez que cruzábamos la mitad del campo, el equipo transmitía mucho peligro. Pero la ansiedad no nos hace soltarnos y jugar como en casa. Además de generar ocasiones, en nuestro campo queremos mandar y llevar el control, algo que no tuvimos en Tarragona. Pero la mejoría respecto a la visita al Alcorcón fue evidente", finalizó Joseba Etxeberria.

"El equipo lo intentó hasta el final, pero a veces el fútbol es cruel"

Con nueve derrotas en su campo, el Nástic se convirtió ayer en el equipo que más veces ha perdido como local en esta Liga. Nano Rivas apenas encontró argumentos para explicar el nuevo tropiezo del club tarraconense.

"El arranque fue muy bueno y conseguimos ponernos por delante, pero encajamos el empate muy rápido y eso no nos lo podemos permitir", declaró el técnico del Nástic antes de lamentar que el Tenerife marcara dos goles "casi sin hacer nada" para poner "más cuesta arriba" el encuentro. "No supimos darle al partido la pausa necesaria para que no pasara nada después del gol del empate, aunque quedara mucho tiempo por delante", agregó.

Rivas también hizo alusión a la actuación del colegiado Areces Franco. "Tengo la sensación de que las decisiones no caen de la misma manera para un lado y para otro, pero lo que vale es lo que pita el árbitro", opinó.

El preparador del Nástic remarcó que su equipo "lo intentó hasta el final, pero el fútbol a veces es cruel". Por último, describió el estado de ánimo de sus futbolistas. "Los jugadores están dolidos por cosas que han pasado. Merecieron mucho más, es injusto que perdieran este partido", finalizó Rivas.