El Barcelona, guiado por un espectacular Iniesta, recuperó la excelencia y desarboló a un Sevilla desconocido para revalidar el título y ceñirse su trigésima Copa del Rey y la cuarta consecutiva.

Para colmo de males del cuadro andaluz, su línea defensiva adelantada no funcionó, tanto que un balón largo del meta Cillessen fue para Coutinho, que se marchó hasta casi la línea de fondo y le puso en bandeja el balón a Luis Suárez, que abrió la cuenta a puerta vacía.

Dejó sentenciada la final antes del intermedio. El festival encontró el premio de los goles de Messi y otro de Suárez, que se desquitó de la mala fortuna que tuvo en sus anteriores finales coperas.

Entre Iniesta y Messi se bastaban para guiar, con su fútbol de seda y con su precisión, a un equipo que no encontraba respuesta, en el que jugadores clave en la medular como Banega o Nzonzi no aparecían y sin su referencia el barco iba a la deriva.

Aunque Montella buscó en el descanso la solución de Sandro en lugar de Correa, estaba claro que ya la historia sería saber hasta cuánto quería llegar el Barcelona, que pese a bajar el pistón encontró todas las facilidades del mundo.

Iniesta coronó, a pase de Messi y tras regatear a David Soria, su obra de arte. La afición del Barcelona, con casi toda la segunda parte por delante, pudo corear el "campeones" sin temor a la duda.

No es la primera vez que el Sevilla sufre potentes goleadas esta temporada. Volvió a mostrar su peor cara y lo pagó ante un Barcelona inspirado, concentrado y ansioso por recuperar el crédito y la ilusión perdidos en Roma.

La más de media hora que quedaba por delante era una auténtica pesadilla para el Sevilla y tiempo de sobra para que el Barcelona pudiera gustarse y lograr un marcador histórico. Sin forzar, dispuso de ocasiones para conseguirlo, pero ya daba igual. El fútbol lo había recuperado y el título estaba ya garantizado.

Sandro tuvo su ocasión para salvar parte del mancillado orgullo hispalense, ese que mantuvo su infatigable afición con sus cánticos en los peores momentos, cantando el himno del Arrebato cuando Coutinho, a los 69 minutos, firmaba el 0-5 de penalti.

Esta final puede hacer un daño tremendo al Sevilla, que aún tiene que luchar por entrar en la Liga Europa. Lo mejor del último tramo fue la ovación que recibió de parte de ambas aficiones Iniesta cuando fue sustituido tras asegurar su trigésimo primer título, tantos como Messi.

0-5

sevilla-barcelona

Sevilla FC David Soria; Jesús Navas, Mercado, Lenglet, Escudero; Nzonzi, Banega; Pablo Sarabia (Layún, 83''), Franco Vázquez (Nolito, 86''), Correa (Sandro, 46''); y Muriel.

FC Barcelona: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba; Rakitic, Sergio Busquets (Paulinho, 76''), Iniesta (Denis Suárez, 87''), Coutinho (Dembele, 82''); Luis Suárez y Messi.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Mercado, Escudero, Iniesta, Busquets y Franco Vázquez.

Goles: 0-1, m. 14: Luis Suárez. 0-2, m. 31: Messi. 0-3, m. 40: Luis Suárez. 0-4, m. 52: Iniesta. 0-5, m. 69: Coutinho, de penalti.

Incidencias: Final de la Copa del Rey. Estadio Wanda Metropolitano, con unos 67.000 espectadores. Presidió el encuentro el Rey Felipe VI.