Convertir en posible lo que parecía inaccesible para cualquiera, conquistar dos ediciones consecutivas de la Liga de Campeones, y soñar con una tercera para marcar una época en la historia del fútbol, lo tiene en su mano un Real Madrid de leyenda ante un Bayern herido y obligado a remontar.

El 1-2 de la ida sitúa en un escenario favorable a un Real Madrid que aprendió una lección en cuartos de final. Llegaba con tres tantos de ventaja de Turín y acabó sufriendo ante el Juventus.

A la gran cita llega Zidane con un par de condicionantes en su equipo titular tras la ida. En Múnich cayeron lesionados Dani Carvajal e Isco. El primero deja una situación compleja en el lateral derecho, con Nacho sin ritmo tras un mes de baja y con solo dos entrenamientos y Lucas Vázquez como parche de urgencia.

Por su parte, Isco no entró en la lista de convocados por su esguince de hombro, y se sumó a la baja de Dani Carvajal por su lesión. Además, quedaron descartados Achraf y Marcos Llorente. Para relevar a Isco, parece que Zidane tiene pocas ganas de arriesgar y todo apunta a Marco Asensio o Karim Benzema.

Cristiano Ronaldo, a dos goles del récord en una edición de Liga de Campeones, necesita un acompañante para tener espacios donde explotar su letal remate.

El Bayern llega a Madrid consciente de que necesita una hazaña para alcanzar la final de Kiev. Nadie habla de "milagro", porque no se trata de remontar una goleada ni se está en una situación de absoluta desesperanza, pero ya el hecho de tener que ganar en el Santiago Bernabéu y tener que marcar al menos dos goles es una tarea de dimensiones importantes.

Desde la temporada 2000/2001 no gana en el Bernabéu el Bayern, cuando se impuso con un solitario gol del brasileño Giovane Elber. El recuerdo del año pasado, sin embargo, cuando se llegó a Madrid con el mismo resultado, da cierta esperanza al club bávaro. Al final superó el Real Madrid la eliminatoria pero el conjunto alemán, tras haber perdido 1-2 en Múnich, logró forzar la prórroga y se sigue preguntando lo que habría pasado si no se hubiese quedado en inferioridad por la expulsión de Arturo Vidal, una de las grandes bajas ahora.

A la baja del chileno se agregan, como en la ida, las de Kingsley Coman y Manuel Neuer, y las nuevas ausencias de peso de Arjen Robben y Jerome Boateng por lesiones musculares. David Alaba, que también se perdió la ida, es duda, pero existe la esperanza de que pueda regresar al equipo en su posición de lateral izquierdo. Un error de su sustituto, Rafinha, regaló el segundo tanto a Asensio y marcó el duelo de Múnich.

La ausencia de Boateng será cubierta por Süle, que formará pareja de centrales con Mats Hummels sin que Jupp Heynckes, que puede vivir su último partido en la elite de la Liga de Campeones, tenga que hacer modificaciones por ello en su esquema.

El candidato para cubrir la baja de Robben es Thiago Alcántara. Su entrada probablemente implicará un desplazamiento de Thomas Müller a la banda derecha.