El Real Club Náutico de Tenerife fue el centro de atención debido a la inspección laboral que sufrió la sociedad. La situación hizo que casi 700 deportistas tuvieran que paralizar su actividad hasta que la sociedad tinerfeña logró regularizar la situación de unos monitores que, si bien eran ya autónomos, no estaban sujetos a la disposición que requería la administración. Enrique Martínez, presidente desde enero de 2018, lo explicó para EL DÍA.

¿Qué sucedió en la sociedad?

Hemos tenido una inspección laboral para comprobar la situación de los monitores de las diferentes secciones. El origen es una inspección realizada en 2017. El viernes 20 nos manifestaron que había que regularizar la situación, porque aunque todos los trabajadores y monitores estaban "legales" porque tenían un contrato autónomo dependiente, la inspección entiende que el contrato no es el correcto. Ante esa tesitura tuvimos que suspender las actividades y hemos procedido a darles de alta como trabajadores del club.

¿Pero esta situación fue regularizada hace años?

Todos los años ha habido inspecciones y habían sido favorables, pero en el 17 hay una que advierte al club que hay que regularizar a los trabajadores, que ya no permiten ese tipo de contrato porque se entiende que es una relación laboral pura y dura y se les indica que hay que regularizarla. Nosotros llevamos tres meses escasos como directivos y nos llega la resolución a principios de marzo. Estábamos trabajando en esa resolución con el abogado externo y los miembros de la junta y en ese momento nos viene una nueva inspección y eso acelera enormemente la situación porque hay que actuar con rapidez.

Cerrar las instalaciones para los deportistas fue un duro golpe.

Fue una medida que adoptó la junta directiva porque evidentemente, si tienes una inspección laboral y te manifiestan que la situación de los entrenadores no es la correcta, teníamos pensamiento de que podrían venir al día siguiente. Para evitar ese empeoramiento de la relación entre la administración pública y el Real Club Náutico había que cancelar las actividades, legalizar a todos los trabajadores y proceder a darles de alta.

¿A cuántos deportistas afectó esta situación?

Unos 700 de las cinco secciones con las que cuenta esta sociedad.

¿Ya está solucionado?

Está solucionado en el sentido de que ahora mismo si existiera una nueva inspección no habría alegalidad. Lo que hemos hecho es darles de alta y ahora habrá que adaptarse a la nueva situación porque es un cambio importante.

¿Cómo puede afectar lo sucedido a la sociedad?

Es pronto para decirlo y confío en que el impacto va a ser el menor, pero no lo sabemos. Es un procedimiento que está en marcha, dependemos de la resolución de la administración pública y pretendemos que a los socios no les afecte en nada.

¿Podríamos hablar de responsabilidad de alguien?

No voy a hablar de responsables. No creo que existan. Lo que estamos aquí realizamos el trabajo de forma altruista y no creo que existan responsables.

¿Y el futuro?

Es esperanzador. Esto tenía que llegar algún día. La regularización de nuestros entrenadores y monitores tenía que llegar y nos ha tocado a nosotros. Las personas que trabajan aquí no estaban ilegales, sino alegales. Es decir, nosotros teníamos un vínculo contractual con estas personas y la administración pública entiende que no es el correcto. Creo que ahora irá mejor.

¿Sabe si otras sociedades han pasado por la misma situación?

No lo sé. Me han llamado compañeros de distintas sociedades, me han preguntado y nada más. No sé la situación de cada club.

Han salido publicadas muchas cosas. ¿Todo es cierto?

Hay muchas cosas que sí y otras que no. Se ha publicado que todo ha venido por la Náutica y no es cierto. Se ha publicado que podrían irse los monitores a la calle y no es cierto, porque todos los entrenadores y monitores siguen trabajando en la entidad. El club y los socios quieren un respeto y debe ser en la asamblea donde el socio debe saber con detalles todo lo que ha pasado.

¿Cuál ha sido su respuesta hacia la junta directiva?

La verdad es que ha sido buena. He hablado con los responsables de la secciones y con los monitores y muchos apoyaron esta decisión, que es la correcta y la que teníamos que adoptar aunque se barajaron varias opciones. Somos un club referente en Tenerife, Canarias y España y queríamos solucionar este tema, arreglar un asunto alegal. Aquí no estaba nadie ilegal ni nadie cobraba en B, como también se ha dicho. Todos los pagos estaban declarados y eso era lo que más me molestaba porque hacía daño a la institución.

¿La directiva anterior se ha puesto en contacto con ustedes?

No. Conmigo nadie se ha puesto en contacto. No tengo ningún problema de explicarle lo que ha pasado, aunque ellos saben gran parte de lo sucedido.

¿Habrá un cambio en el sistema de trabajo?

Ahora los monitores se tendrán que adaptar a una nueva situación, principalmente en horarios de entrenamiento. Ahora son personal laboral y tienen sus horas y tienen que cuadrar con sus secciones el tema de sus horarios laborales con los entrenamientos.

¿Qué tiempo emplearán para regularizarlo?

Están todos regularizados y pendientes del expediente de la administración. La sociedad y el socio deben estar tranquilos porque todos los monitores y entrenadores están con el contrato que nos han indicado. No vamos a permitir que ninguna sección tenga a un monitor sin estar de alta.

¿Cuándo será la asamblea para explicarles a los socios lo sucedido?

Tenemos previsto hacerla la segunda quincena de mayo. Sé que los socios me están pidiendo una explicación de lo sucedido y ahora es muy pronto para saber las consecuencias y los efectos.