El Wanda Metropolitano se prepara para una noche que debe ser histórica. Un partido definitivo, sin excusas ni matices para el Atlético; en su casa, alentado por un campo abarrotado, con la mínima ventaja que aporta el épico 1-1 de hace una semana en el estadio Emirates y con la ambición que exige un duelo que aún permanece incierto y que propone un desafío que no admite ninguna concesión camino de Lyon.

Ahí, será la final de la Liga Europa del próximo 16 de mayo y ahí apunta el equipo rojiblanco desde el Metropolitano, escenario de una racha imponente del conjunto local, ganador allí de diez de sus últimos once partidos, todos sin goles en contra, pero que no valdrá de nada si no la mantiene este jueves en un momento crucial.

Sin Juanfran Torres, lesionado, ni Sime Vrsaljko, sancionado, Thomas Partey ejercerá de lateral derecho -ha jugado ahí ya nueve partidos este curso, siete como titular-. Giménez, Godín y Lucas Hernández completarán la defensa, en la que ya está listo el brasileño Filipe Luis. Aunque aún no será titular, ya tiene el alta médica y regresa a la convocatoria. En el medio, Vitolo podría apartar a Correa de la titularidad. Arriba no hay dudas: Costa y Griezmann.

Enfrente, el Arsenal, en el que puede ser el último partido europeo de Arsene Wenger al mando del equipo, afronta el desafío de corregir toda una temporada en un solo encuentro y lograr así, con la victoria luego en una hipotética final, el pase a la Liga de Campeones. Mkhitaryan, por Danny Welbeck, sería uno de los pocos cambios que introduciría Wenger respecto al partido de ida, por lo que Özil, Ramsey, Wilshere y Xhaka completarían la media "gunner". Petr Cech, quien arrastraba molestias, ya está disponible, mientras que Ospina, habitual en la Liga Europa, acabó el duelo ante el United con molestias.