Una utopía hecha realidad. Hace algunos años no se confiaba en la capacidad de las personas con diversidad funcional para practicar deporte -entre otras muchas actividades-, de ahí el término en desuso de la "discapacidad". En la actualidad no solo se empiezan a considerar las personas que tengan algún tipo de diversidad funcional, sino que ya comienzan a resultar visibles. La Binter Night Run da visibilidad, espacio y protagonismo a las personas que han visto truncados sus intentos de practicar el deporte que les apasiona.

En el año 2016, cuando tuvo lugar la primera entrega del evento, dos participantes con silla deportiva y "handbike", respectivamente, tomaron la salida anteriormente ubicada en la Plaza de España. Mientras que en el pretérito año la participación de esta modalidad se redujo a un participante, cosa que podía hacer especular con la extinción, este año se ha apostado desde la organización de DG Eventos por que la Binter Night Run tornara en 100 por cien inclusiva. El interés ha calado de gran forma, prueba fidedigna de ello es que al cierre de las inscripciones 24 personas con diversidad funcional, todas ellas con movilidad reducida, tomarán la salida y afrontarán los 5 kilómetros sin variación alguna con respecto al resto de participantes.

Prácticamente la mitad de los participantes (11) pertenecen a la Asociación Deportiva para Personas con Discapacidad Ademi Tenerife. Muchos de ellos pertenecen al equipo de baloncesto en silla de ruedas (BSR) que compitió el pasado curso en Primera División.

Como se ha dado a conocer desde hace algunas semanas, la tercera edición de la mentada prueba nocturna no apuesta por la integración, directamente da el salto a la inclusión social. La única variante a tener en cuenta es que los participantes partirán cinco minutos antes del pistoletazo de salida, ya que la velocidad de estos es mayor a la del resto.

Entre los vehículos que rodarán por el trazado santacrucero se podrán encontrar sillas deportivas y un menor número de "handbikes". Desde la organización no se requiere la utilización de sillas de atletismo, las cuales son obligadas en los campeonatos oficiales de deporte adaptado.

Del mismo modo, y teniendo en consideración el éxito que supone no solo en lo organizativo sino en lo social, esto podría servir de punto de partida para que la inclusión sea una realidad en el resto de pruebas que transcurren en Tenerife. Cabe destacar que en alguna ya se ha habilitado la participación, pero sin apostar por la paridad en el tratamiento.

El incremento de licencias en el deporte adaptado y la cantidad de personas que lo practican es el punto de partida para que se pueda llegar a celebrar un Open de España de atletismo en silla de ruedas. Desde la Federación en cuestión, no desechan la opción en base al presente boyante.

Entretanto, otra de las entidades que se han sumado a posibilitar esta nueva consideración de la prueba ha sido CaixaBank a través de su Obra Social. Desde la mentada compañía bancaria se donará una "handbike" al Ademi Tenerife. Esta gentileza posibilitará que personas con diversidad que no dispongan de los medios suficientes -las "handbike" oscilan desde 4.000 a 6.000 euros- puedan iniciarse en el deporte sin tener dificultades añadidas.

Ahora bien, y como se indicó con anterioridad, los 24 participantes de esta categoría responden todos a una diversidad de tipo motriz. La privación de habilidades de entendimiento y acatamiento de reglas y normas hace más dificultoso que la prueba esté abierta a diversidad intelectual. De la dificultad sale el reto para la organización de la popular prueba de cara a un año venidero que presumiblemente aumentará el pelotón en todas sus modalidades y categorías y todo ello garantizando la inclusión. Y es que en el deporte tienen cabida todos menos la discriminación.