Decepción o fracaso, se puede elegir el nombre a la temporada 17/18, pero es en definitiva una oportunidad perdida. Con un presupuesto alto, al contar con el mejor tope salarial después de los tres recién descendidos y los dos filiales, el Tenerife nunca compitió de verdad por el ascenso. Se atascó en la búsqueda de una identidad durante la primera vuelta, retrasó el necesario cambio de técnico y la remontada con el nuevo era demasiado grande para ser viable.

El conjunto blanquiazul estuvo cinco jornadas en puestos de promoción y los abandonó para no volver después de su noveno partido. Llegó a estar a once puntos de la sexta plaza y acabó a cinco. Del ascenso directo se quedó a 16. Su versión como visitante le condenó a estar demasiado lejos del objetivo, al sumar únicamente 18 puntos de 63 (4 victorias, 6 empates y 11 derrotas). Fue el decimoquinto a domicilio. En el Heliodoro sumó 41 puntos, pero hasta diez visitantes conquistaron puntos.

Martí y Etxeberria utilizaron a 26 futbolistas en total (24 fueron titulares, todos menos los canteranos Borja y Nadjib ) y formaron 38 onces titulares distintos en 42 partidos. El equipo contó con alguna baja por lesión en todas las jornadas de competición.