Las claves del apurado triunfo de España contra Irán en la segunda jornada del grupo B del Mundial de Rusia 2018 fueron:

1. El afortunado gol de Diego Costa:

De un rebote, cuando recibió el primer pase filtrado de todo el partido, allá por el minuto 54, de Andrés Iniesta, España encontró el camino de la victoria. Fue la solución para un partido en el que no hubo forma de abrir el marcador para la selección, ni hasta entonces ni después. También fue un alivio para el estrés al que apuntaba ya el encuentro para el grupo dirigido por Fernando Hierro, agarrado de nuevo a los goles de Diego Costa, como en el estreno contra Portugal cuando recibió el 1-0 y el 2-1 de Cristiano Ronaldo. El atacante está en racha: tres goles en el Mundial y nueve en sus últimos doce partidos con la selección. Responde a la confianza con goles.

2. La insistencia:

Más que tranquilidad y paciencia, algunos de los aspectos que valoraron los futbolistas al término del partido, España tuvo insistencia. Nunca decayó hasta que encontró el 0-1 en el asedio que se propuso sobre la portería contraria, por momentos un duelo que se batió en torno al área de Irán, sobre todo los primeros 54 minutos del enfrentamiento. España propuso 805 pases a lo largo de todo el encuentro y jugó más de doce minutos de partido efectivo en el último tercio del terreno de juego iraní. Lo intentó de todas las formas hasta que logró el perseguido gol. Lanzó 17 tiros a portería, aunque sólo seis entre los tres palos.

3. Mucha posesión, poca profundidad:

España dominó el balón desde prácticamente el principio del choque, con picos que alcanzaron hasta más allá del 80 por ciento en el primer tiempo, rebajados luego hasta el 69 por ciento por la reacción de su adversario al 0-1 en contra, pero le faltó tanta precisión como profundidad en los últimos metros; dos cualidades que van ligadas y que no tuvo la selección en casi todos los compases del encuentro, también con la dificultad evidente de un equipo tan cerrado atrás como el iraní y que exige pases milimétricos.

4. Las interrupciones:

"Se caían mucho, tardaban mucho en volver al juego...", se lamentó Diego Costa al término del duelo en Kazán. Irán intentó, y por momentos lo consiguió, frenar el ritmo de España en muchos tramos del duelo, sobre todo cuando la posesión era de su rival. No permitió ningún contragolpe, no dudó en ralentizar el juego cada vez que había una falta a su favor, en jugar con el cronómetro cada vez que pudo ni en frenar cualquier ataque de la ''Roja'' de tres cuartos de campo hacia adelante, con la consiguiente falta de continuidad que provocó en el juego español.

5. El VAR:

Irán marcó el 1-1 en fuera de juego. Nunca subió al marcador, por mucho que los futbolistas iraníes se fueran alocados al córner para celebrar el tanto que suponía la igualada ante España. El VAR confirmó que el gol era ilegal, aunque el juez de línea ya había levantado la bandera, en cualquier caso. "Para eso está el VAR", explicó Dani Carvajal. Más irónico fue Carlos Queiroz, el técnico de Irán: "El VAR para mí va un poco tarde y es una pena que no haya llegado en Sudáfrica para anular el gol de Villa ante Portugal (en 2010). Está de lado de España. Cuando marca en fuera de juego no hay VAR y si lo hacemos nosotros sí lo hay".