La selección española aguarda este lunes en su hotel de concentración en el centro de Kaliningrado el partido de esta noche contra Marruecos en la última jornada del grupo B del Mundial 2018, tras una mañana con lluvia, por momentos intensa, 16 grados y con ambiente ya por las calles.

Ya se nota la presencia de aficionados españoles por la ciudad, pero sobre todo de seguidores marroquíes, a seis horas del comienzo del encuentro en el estadio de Kaliningrado, ubicado muy cerca del centro, en una isla entre ríos y con capacidad para 35.000 espectadores. Entre ellos, habrá unos mil españoles.

Aunque ha llovido durante toda la mañana en Kaliningrado, no se espera que lo haga, según las previsiones, durante el partido entre España y Marruecos, fijado para las 20.00 horas. La temperatura estará sobre los 16 grados, más de la mitad a la que se ha acostumbrado la ''Roja'' en Krasnodar, por encima de los 30 grados.

La FIFA no permitió el domingo entrenar ni a España ni a Marruecos sobre el terreno de juego del escenario del partido para preservar el césped, que fue inspeccionado por la tarde por Fernando Hierro, seleccionador español. "No nos preocupa nada. Está en perfectas condiciones. No va a ser un impedimento para nada. El césped está muy, muy bien, la verdad", dijo después.

En las horas previas al encuentro, la selección ha mantenido una reunión a las 13.15 horas, ha comido a las 13.30 horas antes del descanso programado hasta las 17.15 horas, cuando está fijada la merienda. A las 17.55 habrá una nueva reunión antes del partido y de trasladarse al estadio de Kaliningrado para medirse a Marruecos.

En juego está la clasificación para los octavos de final -le basta con un empate- y, a la vez, el primer puesto del grupo, en el que necesita ganar y esperar el marcador del Portugal e Irán.