Irreconocible, desdibujada, apagada de principio a fin, sin casi ocasiones, con un empate en el minuto 91 de Iago Aspas contra una selección eliminada ya del Mundial como Marruecos, España sobrevivió en Rusia 2018 mientras bordeó el fracaso y se encontró, de repente, la primera posición.

La logró de rebote, por un gol de Irán en el minuto 93 frente a Portugal; un objetivo cumplido que no mereció. La meta final va mucho más allá, al título que se definirá el 15 de julio, una utopía con partidos como el de ayer de España, que ya sabe rival, fecha, hora y lugar para octavos: Rusia, 1 de julio, 19:00, Moscú.

Mientras Hierro mantiene muy definida su estructura base de la selección, con sólo retoques en tres partidos, ayer apareció de repente Thiago y no hizo ni un solo cambio hasta el minuto 74 del duelo, con el equipo sobre el alambre.

No hay coartada ni para su partido; ni para el primer cuarto de hora, una sucesión de pases sin riesgo ni destino, como si cualquier jugada ofensiva fuera una mera cuestión de tiempo o inercia, como si no requiriera un pase, un desmarque, una carrera o un remate; ni para sus mínimas ocasiones; ni para sus lagunas atrás; ni para su cuarto gol en contra en el campeonato, que fue un despropósito.

Era el minuto 14 cuando, alrededor de la línea de medio campo, Sergio Ramos sacó una falta en corto a Andrés Iniesta, este se la devolvió, el defensa creyó que más que un pase era una conducción del centrocampista y por ahí el más listo fue Boutaieb, que agarró el regalo, corrió a toda velocidad y superó por bajo a De Gea.

No es una casualidad ya tanta adversidad. Le pasó con Portugal, lo rozó contra Irán y le ocurrió de nuevo ante Marruecos, que encontró un gol que no intuía. España mantiene dificultades defensivas. Ya no son dudas. Es un problema con el que ya convive, aunque su reacción fuera también inmediata; mucho más concluyente en el marcador o en las individualidades de Iniesta o Isco, conectados por dos veces en el 1-1 culminado por el madridista, que colectivamente en su fútbol.

La selección resurgió entonces, sobre todo, por Iniesta. Desde sus conducciones verticales, liderazgo y responsabilidad, además de sus irrupciones entre las incontables vías que ofreció un oponente descubierto a ratos en su endeble zaga. También por una intervención indispensable de De Gea, por el resultado, por el momento, apenas cinco minutos después del empate y por lo que habría supuesto otro golpe. Su primera parada en el Mundial, ya por el tercer encuentro.

Una parada clave, como también lo fue después, ya cerca de la hora de juego, la cruceta para repeler el trallazo de Nourredine Amrabat, para sostener a España, que tenía la posesión como siempre, pero sin la profundidad ni el desborde de antes.

España, desdibujada, quedó encomendada a una jugada puntual para ganar el partido, como el cabezazo de Isco que sacó bajo palos Da Costa o el testarazo de Piqué que rondó el gol, mientras rebuscaba a Diego Costa y Silva, imprecisos e inadvertidos.

Ya por encima de la hora de partido, Marruecos había dispuesto al menos de las mismas ocasiones claras, sino más, que España, que ni siquiera tuvo un arrebato final ofensivo. Ni asedió ni se acercó a la victoria. De hecho recibió el 1-2 de En Nesiry, que no extrañó a nadie. Empató luego Aspas, allá por el minuto 91, con el VAR, y se topó con el primer puesto.

2-2

españa-marruecos

España: De Gea; Carvajal, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Sergio Busquets, Thiago (Asensio, 74''); Silva (Rodrigo, 84''), Iniesta, Isco; y Diego Costa (Iago Aspas, 74'').

Marruecos: Munir; Dirar, Saiss, Da Costa, Achraf; Al Ahmadi, Boussoufa; Ziyach (Bouhaddouz, 85''), Belhanda, Nourredine Amrabat; y Boutaïeb (En Nesriy, 70'').

Árbitro: Ravshan Irmatov (Uzbekistán). Amonestó a los marroquíes El Ahmadi, Amrabat, Da Costa y Boussoufa.

Goles: 0-1, m.14: Boutaieb bate por raso a De Gea tras un error de entendimiento de Sergio Ramos con Iniesta en el medio campo. 1-1, m.19: Isco culmina una jugada individual de Iniesta. 1-2, m.81: En Nesiry, de cabeza, tras un saque de esquina. 2-2, m.91: Iago Aspas, de espuela, dentro del área.

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del grupo B del Mundial de Rusia 2018 disputado en el estadio de Kaliningrado, ante unos 33.973 espectadores.