El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) ha fallado en contra del CD Tenerife en el caso del cierre parcial de la grada de San Sebastián por los incidentes acaecidos durante el partido contra la SD Huesca, con lo que la entidad insular ha agotado ya todos los cauces deportivos y deberá acudir al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo si pretende seguir defendiéndose de una sanción que considera injusta.

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) había impuesto una multa de 1.500 euros y la clausura parcial del Heliodoro Rodríguez López por infracción del artículo 101 del Código Disciplinario, que se aplica "cuando con ocasión de un partido se altere el orden, se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros, jugadores, técnicos o personas en general, se causen daños materiales o lesiones [?]".

El club decidió entonces acudir al siguiente escalón federativo, el del Comité de Apelación, que ratificó la sanción y utilizó unas maneras en su escrito que indignaron a los servicios jurídicos blanquiazules. Ni siquiera se tuvo en cuenta la documentación añadida por el Tenerife en esta instancia, además de acusar al club de no colaborar en la búsqueda del autor del lanzamiento del objeto que impactó en la cabeza de la asistente Guadalupe Porras y que provocó la suspensión durante un cuarto de hora del partido.

En esta tesitura, se decidió acudir al TAD, esgrimiendo entre otras razones la desaparición de la famosa moneda de la resolución de Apelación, pese a que Competición sí hablaba claramente de este objeto. El informe policial añadido tampoco fue tenido en cuenta por los comités federativos porque no era "indiciariamente relevante". Tampoco el TAD ha tenido en cuenta la defensa blanquiazul, por lo que se ha llegado a la última bala de este proceso: el Juzgado de lo Contencioso Administrativo. El Sporting, que vivió una situación similar, logró su objetivo en esta instancia.