Lidia Mirchandani no cree que la selección española baje sus prestaciones en la venidera Copa del Mundo de Baloncesto Femenino de Tenerife, a celebrar en el lagunero Santiago Martín y el santacrucero Quico Cabrera entre el 22 y el 30 de septiembre.

"La selección va a seguir haciendo el buen papel de los últimos tiempos". A saber, plata en los últimos Juegos Olímpicos; una plata y un bronce en los últimos dos mundiales; y dos oros y un bronce en los pretéritos europeos.

La internacional entiende que el combinado de Lucas Mondelo "está en una dinámica positiva, es un equipo con mucho espíritu y hay mucha conexión", comenta. Es por ello que cree que su posición final en la cita planetaria "va a depender más del resto de las selecciones" y de lo que sean "capaces de ofrecer".

La santacrucera tiene para sí que "en estos años las selecciones femeninas han dado bajones importantes, porque ha habido jugadoras que se han ido retirando". Lidia piensa que "Francia debería ser una selección importante", así como que "Australia siempre ha sido una potencia. Estados Unidos está fuera de concurso", sentencia.

"Es verdad que España jugará en casa, con el público", y eso es "una motivación extra. Ojalá que se disfrute en la Isla y que sirva para algo el esfuerzo que se está haciendo".

Y es que el legado, un concepto en el que la organización no deja de insistir, es clave. Mirchandani lo orienta hacia el baloncesto femenino, el cual carece de un representativo en la máxima categoría desde hace muchos años.

"Aquí hay muchísima tradición cestista. Está el CB Canarias, pero la pena sigue estando en el baloncesto de élite femenino. No acabamos de arrancar". La clave está en que el conjunto aurinegro en su día "presentó un proyecto serio y eso es importante. Hay que rodearse de gente válida y que sepa hacer su trabajo".

Lidia entiende que en cuanto a las féminas no se acaba de generar "nada serio porque nada es claro. Si al final uno quiere ser profesional de esto, por muy familiar que quieras ser, tienes que dar una formalidad en todo. Ahí está el problema".

Además, "la gente no se pone de acuerdo. No hay tantas jugadoras como para tener dos equipos en la Liga Femenina-2. Si en años de crisis económica no consigues aprovechar las jugadoras que tienes de la casa y unificar criterios, no sé cuándo lo vamos a hacer", concluye.