El destino es caprichoso. Hasta ahora, los cuatro ascensos del CD Tenerife a Primera División se han producido fuera de casa y en año impar. Dos de ellos, en una temporada 8/9 como la que empezó este fin de semana. Sucedió en la 1988/1989, hace ya tres décadas, cuando un equipo que no partía como favorito acabó desatando una fiesta de extraordinaria magnitud superando al Real Betis en la promoción ya en pleno verano. El guion se repitió veinte años después. Tampoco era el de José Luis Oltra uno de los candidatos claros, pero la 2008/2009 quedó cerrada con el salto de categoría en Montilivi.

Esta temporada repite la cábala del ocho y el nueve, además de otros argumentos. Vuelve a coincidir con la UD Las Palmas en la categoría de plata, como en 1988 y en 2008. El capitán también era producto de la cantera canaria en esos dos ascensos (Toño Hernández y Cristo Marrero). Como Suso Santana ahora. Cuenta en su plantilla con algún jugador de origen africano (El-Ghareff y Dani Kome en esos dos ascensos anteriores). Como Chilunda ahora. Y el presidente es palmero (en 2008 también era Concepción), como Javier Pérez hace treinta años.

Pero hay más. Tanto en 1988 como en 2008 gobernaba España el PSOE, circunstancia que se reproduce ahora después de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a Moncloa. Hasta hay aficionados que observan estrenos en las instalaciones como coincidencia: la grada de Tribuna (1988), el videomarcador (2008) y el césped (2018).

Hay quien observa coincidencias mayores con el precedente más cercano: empezó la temporada contra el Nástic de Tarragona y los técnicos lucían el color rojo en su indumentaria de entrenamiento. Como ahora. La Copa del Rey empezó para el Tenerife en el Heliodoro en ese 2008 y el bombo no había deparado algo semejante hasta la presente campaña. Ha vuelto incluso Televisión Canaria a recuperar los derechos de Segunda compartidos con Movistar (entonces Canal Plus).

Para añadirle pimienta a la causa de la cábala del ocho y el nueve, un argumento que lo refuerza: la marcha de Juan Villar del conjunto insular. Cuando el extremo onubense abandonó el Cádiz CF, los amarillos ascendieron a la siguiente temporada. El pasado verano dejó el Real Valladolid, que acaba de regresar a Primera vía "playoff" de ascenso.

Puede que sean simples casualidades o puede que los astros se alineen, cada cierto tiempo, para favorecer los logros blanquiazules. Si fuera el caso, bien hará el Tenerife de Joseba Etxeberria en no desaprovechar el regalo poniendo de su parte para alimentar la cábala. Si lo consigue, siempre pueden leer dentro de diez años algo parecido. Pero con tres referencias de éxito en el pasado en vez de las dos actuales.