Fernando Alonso continuó su idilio con el Mundial de Resistencia (WEC) al imponerse con su Toyota número 8 en las 6 Horas de Silverstone, pero anoche su victoria quedó anulada porque los jueces que entendieron que los dos Toyota de su equipo presentaban irregularidades en su frontal.

En la prueba, antes de la decisión de los jueces, que se dio a conocer anoche, junto al suizo Sébastien Buemi y al japonés Kazuki Nakajima, el asturiano llegó a la mitad en primera posición. Pero Nakajima no las tuvo todas consigo después del ecuador de la carrera y "Pechito" López puso líder al coche 7 de Toyota.

La accidentada salida, con protagonismo negativo de la escudería Rebellion Racing, había ya confirmado la condición de favoritos que tenían los Toyota Hybrid. Sus dos coches dominaron la prueba, con el número 7 alcanzando una ventaja de 20 segundos que parecía decisiva a poco más de hora y media para la bandera a cuadros.

Parecía que tocaba echar cuentas con la general del WEC, después de un buena actuación de Alonso y Buemi durante las primeras horas. El español se las tuvo con el británico Mike Conway, pero logró alanzar el liderato de la prueba mediada la tercera hora, sin distraer su concentración con accidentes o liebres en la pista.

Sin embargo, las 6 horas daban para mucho, y los problemas de Nakajima cambiaron el panorama. Buemi, que comprometió la victoria en Le Mans hace dos meses, se desquitó iniciando la remontada. El italiano, piloto también de la Fórmula E, se echó encima del Toyota 7 de Kamui Kobayashi desde la penúltima parada en boxes.

Ahí el LMP1 del japonés necesitó cambiar la parte trasera y gastó un tiempo que comenzó a pasarle presión, cometiendo errores como una salida de pista que dañó el coche. La última hora fue un continuo recorte de tiempo del monoplaza 8 de Toyota, hasta que, a 48 minutos del final, tomó la delantera que no hizo sino crecer, ya de 11 segundos con media hora por delante.