El tremendo calor que azota desde la salida en Málaga, y que lejos de cesar se incrementa, está derritiendo a La Vuelta en su camino hacia La Covatilla, primera cita clave de una carrera que quiso tomarse un respiro este jueves pero no pudo hacerlo, tras una batalla por encima de lo habitual en una primera semana de una gran vuelta.

A San Javier, al lado del Mar Menor, llegó con retraso pero hecho añicos por los abanicos un pelotón necesitado de un respiro después de un arranque frenético en finales exigentes como Caminito del Rey, Alfacar y hasta en Roquetas de Mar después de superar el Alto del Marchal.

El calor es asfixiante, la humedad va creciendo y los corredores se ven necesitados de un respiro que se quisieron tomar aprovechando lo bonancible del recorrido casi plano entre la provincia de Almería y la Comunidad de Murcia, pero que impidió el viento partiendo el pelotón en los últimos 30 kilómetros.

Hasta tal punto atiza la canícula que el poderoso Sky decidió, primero camino de la Sierra de la Alfaguara y después en dirección a Roquetas de Mar, dejar de defender un maillot rojo de líder al que el excampeón del mundo Michael Kwiatkowski le había mostrado un "gran respeto".

"Hizo bien", dijo Alejandro Valverde, la estrella del arranque de los primeros días, ante el "desgaste" de defender la ''Roja'' bajo unas temperaturas siempre por encima de los 35 grados.

Con ello, el ''Bala'' desveló la intención del Movistar de despreocuparse de una "responsabilidad" que nadie quiere como obligación. Si acaso como premio, que es como se lo toma Rudy Morard, inesperado ''rojo'' del Groupama-FDJ.

"Creo que el pelotón necesita recuperar un poco, porque los primeros cuatro días han sido muy exigentes. También, para dar espectáculo hacen falta fuerzas, para seguir luchando y para que los equipos tengan fuerzas para perseguir las escapadas", dijo el italiano Dario Cataldo (Astana), con muchas guerras a su espalda.

"Los equipos no se quieren quemar para las tres semanas", resumió, dando voz a una serpiente multicolor a la que no le mejoran las perspectivas meteorológicas teniendo que adentrarse por tierras de Jaén, Castilla-La Mancha y Castilla y León hasta la llegada a La Covatilla el domingo y la primera jornada de descanso en Salamanca.

Una primera jornada de asueto que el derretido pelotón de la Vuelta 2018 espera como el agua que echa constantemente en falta en estos días de calima.