Shaaban Idd Chilunda es "una inversión de futuro" del CD Tenerife, que tiene plena confianza en las posibilidades del jugador. "Por eso le hicimos dos años de cesión", justificó ayer Alfonso Serrano, saliendo al paso de los comentarios en los que se ponía en duda la capacidad futbolística del delantero. Desde días después de su llegada, el club le puso una profesora particular para que se relacionara con el idioma lo más rápido posible.

Además, el "plan Chilunda" parte de la paciencia, porque se trata de un futbolista que "acaba de cumplir 20 años, viene de otro fútbol, de otro ritmo, de otros entrenamientos, de otra cultura y hasta de otra comida". En su comparecencia de ayer, Serrano pidió a los periodistas que se imaginaran llegar a Tanzania como ha hecho el internacional por aquel país a Tenerife. "Todo cuesta y estamos tratando de ayudarle. Pero el chico, que tiene defectos por pulir, tiene muy buenas condiciones", insistió el director deportivo del club insular manteniendo su plena confianza en un jugador con mucho futuro.

Chilunda, que jugará este fin de semana contra Uganda un partido clasificatorio para la Copa África de Naciones que se disputará en Camerún durante el mes de junio, dispondrá de minutos y volverá con ganas para retomar su fase de integración. "Es joven. Si queremos que venga un chico de Tanzania y triunfe el primer día, estando por delante de Naranjo, de Nano y de Malbasic, es que estamos obviando la realidad", comentó Serrano visiblemente contrariado por unas dudas difíciles de entender en este momento.

Con apenas dos semanas en la Isla y solo unos minutos contra el Nástic, el internacional tanzano necesita más tiempo. "Vamos a dejarle tranquilo", pidió el director deportivo antes de mencionar "la ayuda del cuerpo técnico" como clave para que acabe siendo "un jugador importante". Incluso, se animó con una anécdota para explicar las dificultades de Chilunda: "Si la primera vez que entrenó se ahogaba con la altura. Él mismo reconoce que el ritmo de aquí es mucho más duro".