Raúl Cámara, uno de los cuatro capitanes del Tenerife, confesó ayer que, como sus compañeros, se sentía culpable por la destitución de Etxeberria. "Cuando un club cambia a un entrenador, la sensación que nos queda es de culpa y de responsabilidad".

El futbolista prefirió no opinar sobre una decisión tomada por los dirigentes, y se limitó a recordar que al Tenerife no le acompañó "la suerte" en los seis encuentros preparados por Etxeberria. "Esperamos que ahora cambie la dinámica", declaró Cámara, cuyas "sensaciones" en los dos primeros entrenamientos con Oltra fueron "muy buenas". Del valenciano destacó que "tiene mucho bagaje y experiencia, y encima conoce la casa, que es un tanto a favor".

Por último, Raúl contó que antes de la práctica de ayer, la plantilla tuvo la oportunidad de despedirse de Etxeberria y de sus ayudantes, Pérez y Cabellud.