El Tenerife regresa de Córdoba con un punto que sabe a poco, pero solo por el hecho de que el golazo con el que empató el equipo local se produjo cuando ya casi no quedaba tiempo para el final. La primera victoria parecía hecha... De resto, atendiendo al desarrollo del partido, el empate es para celebrarlo. Por encima de ese argumento global del encuentro, hay momentos clave a los que se pueden agarrar unos y otros para lamentar el hecho de llevarse un solo punto. Para el Tenerife todo cambió cuando Luis Pérez vio la segunda amarilla (60'') y Oltra sacó del campo a Nano para reajustar la zaga con Raúl Cámara. Para el Córdoba, la primera opción de remontar se esfumó cuando Jaime Romero marró un penalti en el 84''. Pero si hay una acción determinante, que hizo balancearse el resultado, fue la anterior a esa pena máxima, en la que Acosta se quedó solo ante el debutante Alberto y echó fuera el remate del 0-2. Unos minutos después, Aguado empató con una espectacular volea desde fuera del área.
Todo ello en el frenético tramo postrero de un partido cuya primera parte resultó absolutamente vacía de contenido, especialmente del lado visitante. El Tenerife entró al partido con su "revolucionario" 3-1-4-2, dándole a Undabarrena la misión de sacar la pelota, de hacer esa labor de enganche entre los centrales y el medio campo. No funcionó. Los registros de tener el balón más tiempo cuando no se puede progresar están por coger. El Tenerife no tuvo continuidad ni fue profundo. De hecho su único disparo a portería fue el gol, de rebote, en el 47''. Ni uno más, en una clara demostración de la pobreza ofensiva y creativa de su fútbol. El juego lo dominó, más a empujones que otra cosa, el equipo local, que se ha puesto el cuchillo entre los dientes para suplir la falta de nivel que tiene tras la salida de jugadores clave de su plantilla respecto a la pasada campaña. La única acción de peligro en las áreas en esta mitad la protagonizó Jaime Romero con un disparo en segunda jugada que Dani desvió de forma lucida.
Todo lo relatable pasó tras el descanso. El Tenerife entró un poco más decidido, queriendo tomar la iniciativa y hasta pisó más el área. El joven Alberto -segundo portero del filial- rechazó a duras penas dos disparos de Bryan Acosta, que empezaba a recibir algún balón por dentro fruto de la mejor conexión entre líneas del Tenerife. En esa dinámica, con los locales corriendo riesgos en la búsqueda del empate y apretando hasta convertir cada disputa en una guerra, llegó la expulsión de Luis Pérez, que perdió la espalda y resolvió la jugada con una falta alevosa.
Hay un antes y un después. Faltaba media hora. Oltra no quiso adaptar el sistema y quedarse con cuatro al fondo. Introdujo en el campo a Cámara y quitó a Nano. El equipo se metió atrás, con un repliegue muy peligroso, y el Córdoba fue haciendo ancho su juego, incorporó a Javi Galán como un puñal en el costado izquierdo y empezó a generar por fuera y a apretar por dentro, ya con gente del peso de Jovanovic o Alfaro en el campo. Las ocasiones de gol se sucedieron. Jaime Romero encontró la respuesta de Dani a bocajarro en el 51''. Alfaro perdonó en el 75'' llegando de frente a otra entrada por la izquierda de Galán, y Dani salvó otro remate de Jovanovic en el área. Además, llovían centros y córners, para lucimiento del meta. El Tenerife resistía muy atrás y sobrevivía a los problemas que iban apareciendo, como los musculares que aconsejaron la salida de Camille y la entrada de Héctor, para mantener una línea de cinco, muy enterrada cerca de su portero. Se acercaba el final, pero quedaba lo más grueso del argumento. El triunfo pudo quedar certificado cuando Bryan Acosta recibió solo ante Alberto y recortó su remate al primer palo, echando la pelota fuera. A continuación, un empujón a Piovaccari en el área fue castigado como penalti. Faltaban seis minutos. Lo tiró Romero y lo rechazó Dani para completar uno de sus mejores partidos de los últimos años. Pero el castigo fue mayúsculo, porque en la acción siguiente, en una segunda jugada, el joven Aguado agarró una volea impresionante desde 25 metros y la metió junto al palo, donde era imposible llegar, ni siquiera para un portero que estuviera, como era el caso, en un día de máxima inspiración.
Un punto en esa circunstancias parece poco, pero la realidad es que el premio para el Tenerife es mayor que sus méritos.
Córdoba: Alberto González (1), Fernández (1), Aythami (1), Álex Quintanilla (1), Luismi Quezada (1); Bambock (2), Blati Touré (1), Aguado (2); Jaime Romero (2), De las Cuevas (1); y Piovaccari (1). En el descanso se quedó en el vestuario De las Cuevas y su lugar lo ocupó Jovanovic (1). En el minuto 67'', Alfaro (1) entró por Blati Touré; en el 75'', Javi galán (2), por Fernández.
Tenerife: Dani Hernández; Luis Pérez, Jorge Sáenz, Aveldaño, Camille; Alberto, Luis Milla; Undabarrena, Bryan Acosta, Naranjo; y Nano. En el minuto 63'', Cámara entró por Dani; en el 73'', Héctor suplió a Camille; en el 89'', Malbasic ocupó el lugar de Naranjo.
Árbitro: David Pérez Pallas (Comité Gallego). (1). Tuvo mucho que pitar. Hubo alguna jugada en la que pudo "mojarse" más, como el empujón a Alberto en el área ya en el 95'', o la entrada de Fernández, que estaba más cerca de la roja que de la amarilla que vio. Expulsó por dos amarillas a Luis Pérez (27'' y 60''). Amonestó a los locales Blati Touré (52''), Piovaccari (87''), Aythami (87''), Alfaro (93'') y Fernández (72''), y a los visitantes Alberto (54'') y Bryan Acosta (87'').
Goles: 0-1, m.47: Falta lejana y frontal que lanza Naranjo, la barrera desvía el balón y este supera al meta Alberto; 1-1, m. 91: Rechace de la defensa tinerfeña que recoge Aguado para volear al fondo de la portería desde 25 metros, sin dejar caer el esférico.
Incidencias: Partido de la sexta jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el Nuevo Arcángel ante 11.085 espectadores. Noche muy calurosa, lo que aconsejó al árbitro realizar dos paradas de hidratación, sobre la media hora de juego en cada mitad. El terreno presentaba un aspecto irregular. Los locales vistieron con su uniforme habitual, y el Tenerife, todo de azul. Debutó en el banquillo Oltra.