"Un partido difícil de jugar". Así catalogó Lucas Mondelo, seleccionador español, la segunda comparecencia en el Mundial. "Veníamos de hacer un esfuerzo contra Japón, ya no solo físico, sino mental. Eso nos lastró un poco", empezó comentando.

Además, señaló que "el resultado entre Puerto Rico y Bélgica no era real", sin querer poner paños calientes al inicio del choque. "Hemos salido relajados y es culpa de todos, empezando por mí. Ha sido de los peores primeros cuartos que recuerdo con la selección. No estamos para esos lujos. En otro tipo de partidos nos puede pasar factura. Aprendamos de esto", dijo.

A partir de ahí, "empezamos a ser nosotros mismos y hubo un final feliz. El partido nos permitió probar cosas y dar minutos a jugadoras que tienen que dar un paso adelante".

Frenar la producción de O''Neill fue decisiva para que la selección llegara a la recta final del enfrentamiento con cierta tranquilidad. "Se han turnado Casas y Cruz, y la hemos frenado en el tercer cuarto".

Mondelo fue sumamente crítico con la dureza empleada por la defensa boricua. "No sabía si jugaban al fútbol o al baloncesto. Hacían entradas a la altura de la hierba, como se suele decir; se metían debajo cuando tirábamos, soltaban la pierna... Me daba igual la diferencia de puntos. Rezaba para que el partido acabara cuanto antes y llegaran todas sanas", manifestó.

Las pívots Laura Gil y Laura Nicholls fueron dos de las damnificadas. "Lo peor no es lo que ha pasado, sino lo que ha podido pasar. Tienen golpes, pero no parece que haya nada roto. A Gil se le ha inflamado el pómulo y lo de Nicholls ha sido a la altura del estómago".

El técnico agregó que el "premio gordo es pasar a cuartos siendo primeros", de cara a ahorrase un encuentro en el "Mundial más igualado de la historia", declaró a los medios.