Los amantes del deporte y en particular del baloncesto estamos viviendo estos días una cita histórica y única en Tenerife: la Copa del Mundo Femenina de 2018. Se trata de un gran evento que promociona la Isla. El nombre de Tenerife se está escuchando en todos los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales. No hay mejor publicidad que eso. No nos olvidemos de que el deporte también es fuente de ingresos y de turismo. Este Mundial no solo es una competición deportiva donde todos disfrutamos del mejor baloncesto femenino del mundo, sino que además genera actividad económica. Sobre todo, en el sector servicios, el más beneficiado en estos días.

Además, es una inversión y no un gasto para las administraciones públicas, puesto que las reformas en las infraestructuras deportivas se quedan después del Campeonato y la ciudadanía se beneficiará de estas. Por ejemplo, el Pabellón Quico Cabrera en Santa Cruz de Tenerife pedía a gritos una mejora desde hace años. El Mundial ha sido la excusa perfecta para su reforma. El resultado es espectacular. Verlo lleno de público el pasado domingo en el partido de China contra Estados Unidos emociona muchísimo. Muchas de las espectadoras eran niñas que practican el baloncesto: son el presente y el futuro. Este Mundial es un acicate para que continúen jugando y disfrutando del baloncesto.

Estos días se están viendo las mejores jugadoras de las 16 selecciones que compiten, entre ellas las de nuestro combinado español. Nuestras jóvenes se pueden ver reflejadas, ya que las estrellas nacionales son un referente para ellas, un ejemplo a seguir y pueden soñar con poder estar algún día vistiendo los colores de España. Si los persigues, los sueños se pueden convertir en realidad, a base de trabajo, constancia, sacrificio y estar en el momento oportuno en el lugar adecuado. Nada es imposible.

Para las mujeres que son el pasado, este Mundial es una oportunidad para el reencuentro con compañeras, amigas, entrenadores, árbitros, gente del baloncesto... Los recuerdos y anécdotas están presentes en todas las conversaciones. Son sentimientos y sensaciones muy gratificantes.

La piel se pone de gallina cuando suena el himno de tu país, de nuestra selección nacional. Es como si el tiempo retrocediera y cada una se viese vestida con su camiseta de la selección. Por eso quiero agradecer, en especial a una persona, Manolo Gómez, presidente de la Federación Canaria de Baloncesto y vicepresidente de la Española -FEB-, el trato y la atención que hemos recibido las ocho exjugadoras internacionales tinerfeñas, además de por hacernos partícipes en los actos previos y de inauguración de esta Copa del Mundo Femenina de 2018.

Este reencuentro nos ha hecho recordar a todas que el baloncesto es equipo y une. Nos enseña que en la vida se debe trabajar en colectivamente y con objetivos comunes para conseguir las metas. En una sociedad que cada vez es más individualista, debemos reflexionar acerca de lo positivo que es el "juego en equipo" en la vida y en cualquier trabajo. Pero para ello hay que saber cuáles son las reglas, tener conocimiento del papel que juega cada uno, caminar hacia un mismo propósito, tener lealtad, dialogo y sacrificio. Seguro que así encajarán todas las piezas como lo hacen en un equipo de baloncesto.

Disfruten de esta Copa del Mundo 2018 de Baloncesto Femenino y del buen nivel que tienen las mejores selecciones del mundo. En especial, la de Estados Unidos. Y termino de la misma manera que empecé este artículo: Tenerife está viviendo un evento único y está siendo un escaparate al mundo. Un sueño compartido que tardaremos en volver a ver.