Alberto Jiménez Benítez (La Oliva, 15-11-92) no se rinde en su deseo de hacer realidad el "gran sueño" de subir a Primera con el Tenerife.

¿Qué se escuchaba en el vestuario tras lograr el primer triunfo?

Sabíamos que habíamos hecho algunas cosas bien y otras no tanto, y estamos para corregirlas. Necesitábamos ganar, sobre todo en casa. Nos dimos abrazos, pero al volver a entrenar ya lo olvidamos.

¿Había "amenaza" de dudas?

Para estar bien, hay que ganar. Cuando empatas o pierdes, sientes que no hiciste el trabajo del todo bien. Lo que tenemos que hacer es ir siempre a por los partidos, y si no se puede, puntuar.

¿Qué sensaciones tenían con Etxeberria y la mala racha?

Es verdad que no habíamos ganado, pero estábamos tranquilos. Sabíamos que en cualquier momento iba a llegar la victoria.

¿La plantilla dejó creer en él?

No. Por ahí no fue la cosa. El club tomó esa decisión y lo respetamos. Si optaron por cambiar, lo hicieron por el bien del club y del equipo.

¿Qué pensó al enterarse de que Oltra iba a ser su entrenador?

Me acordaba de ver partidos del Tenerife con él en Primera. Estuvo en Córdoba y Granada y me había enfrentado a él. También hablé con un compañero que lo tuvo, con Germán. Por lo poco que llevamos con José Luis Oltra, me parece una persona sincera y que va de cara.

No le ha costado conectar con Oltra, Isierte, Marcos Chena...

Es buena gente y yo soy así, dicharachero y alegre. Cojo confianza. Siendo buenas personas, los entrenamientos son mejores.

¿Ha notado evolución con el nuevo sistema de juego?

Hemos corrido menos. Antes corríamos mucho más para apretar y atacar. Con la defensa de tres centrales, apretamos y tenemos más el balón. Contra el Cádiz se vio que cuando robábamos, teníamos más calma y tranquilidad para intentar llegar arriba y finalizar.

¿Se presiona de otra manera?

Antes, a lo mejor íbamos un poco más a lo loco, queríamos apretar en todas las jugadas, atacar... A veces hay que tener un poco de tranquilidad y tener el balón, que corra el contrario, cansarlo, e ir a atacar estando más frescos. En defensa tenemos que estar arropados y apretar cuando se pueda.

¿Qué tal se ha encontrado en la línea de tres centrales?

Ya se sabe que yo soy central, pero he jugado de mediocentro. La verdad es que me he sentido cómodo ahí. Lo importante es hacerlo fácil e ir fuerte al choque.

Sobre eso de "hacerlo fácil", ¿lo relaciona con la seguridad que ha adquirido? Se atreve a todo.

Depende de la confianza y del juego de cada uno. Estoy cómodo, pero tampoco debo fiarme porque soy el último de la defensa.

¿El irregular inicio de Liga será un lastre demasiado pesado?

Son pocos partidos, queda un mundo. Si me dices que estamos en la segunda vuelta, pensaría otra cosa. Pero estamos en el comienzo, queda un camino largo y creo que lo vamos a sacar adelante.

¿Qué detalles deben tener en cuenta el sábado en Mallorca?

Es un rival que juega mucho por dentro, se asocia y trata de conectar con Salva Sevilla. Es importante que no reciba el balón, porque tiene un buen golpeo. Pero lo principal es hacer nuestro partido y ganar.

¿Le gusta estudiar a los rivales?

Me gusta ver muchos partidos de Segunda, de Primera... Trato de fijarme en los rivales, si puedo.

¿Tiene madera de técnico?

Todavía me quedan años como jugador, pero quiero sacarme el primer grado del curso de entrenador y estar con los niños.

Está en su sexta temporada en el primer equipo del Tenerife. ¿Se ve como un veterano de 25 años?

Es un orgullo llevar tantos años aquí y que apostaran por mí. Vine con 16 años, siendo juvenil de segundo año, y en noviembre cumpliré 26. Estoy muy contento.

¿Guarda camisetas o fotos?

Mi madre tiene una carpeta llena de periódicos en los que salen mi debut, mis goles, el ascenso... Creo que es bonito guardarla para enseñársela a mis hijos, si los tengo.

Hábleme de esa primera llamada.

Era juvenil de primer año y venía de jugar en el Fuerteventura de Nacionales. Después desapareció ese equipo y me llamó el Tenerife. También me quiso Las Palmas, pero tenía familia aquí y preferí venir.

De niño, en Fuerteventura, ¿era amarillo o blanquiazul?

En Fuerteventura y Lanzarote tiran más por la UD Las Palmas. En mi caso, de pequeño tampoco tenía una preferencia. Luego, al venir aquí mucha gente de Fuerteventura se hizo del Tenerife.

¿Fue un inicio llevadero?

Era un chico que venía de estar con sus padres y me costó. Lo pasé mal uno o dos años. Después estuve en la residencia del club, donde Abel Suárez me ayudó bastante.

¿Cómo vivió su debut?

No me lo creía. Fue un día de Carnavales. Recuerdo que ni Ayoze Pérez ni yo íbamos a ir con el primer equipo a Zamora y me llamaron a última hora. Cervera me puso de titular, hice un buen partido y me quedé jugándolo todo.

¿Pensó que iba a ser puntual?

Pensé que iba a ser solo una convocatoria, pero me dieron la oportunidad de jugar y la aproveché. A partir de ahí, unas temporadas he participado más que otras. Sé que debo exigirme más.

Quizás le falta completar una Liga con mayor continuidad.

Mi año con más partidos fue de 23 o 24 (29, en realidad). Pero tampoco voy pensando en eso. Me quedo con que el equipo esté bien.

¿Alguna vez se vio fuera del club?

Los jugadores queremos ser importantes y participar. Si en el club en el que siempre has estado no te dan la oportunidad de hacerlo, lo pasas mal y buscas otra cosa. Por suerte no salí en el pasado mercado de enero; no me dejaron.

El tiempo les ha dado la razón.

Imagina que me hubiera ido y que el entrenador no me hubiera puesto. El fútbol es así, también hay que tener un poco de suerte.

¿Cuál fue el mejor día?

El ascenso en Hospitalet. Jugué la segunda vuelta en Segunda B y aporté tres goles. La afición se volcó y la celebración fue inolvidable. Pero lo que quiero es llegar a Primera; es el gran sueño.

Con el Tenerife...

Sí, obviamente. Me queda contrato hasta 2020, pero ojalá logremos el ascenso esta temporada.

A punto estuvieron en Getafe.

Lo pasamos muy mal, no sabía qué hacer, no tenía hambre, quería esconderme debajo de la tierra. Pero había que seguir y tener orgullo por lo lejos que llegamos.

¿Cuántas veces le han dicho que si hubiera jugado ese partido, el Tenerife habría ascendido?

No te voy a mentir, sí me lo han dicho, pero siempre respondo que eso es una tontería. En el fútbol nunca se sabe. El míster lo decidió y así fue. No hay vuelta atrás.

¿El fútbol les debe una?

Nos debe un ascenso y espero que llegue más pronto que tarde.