Aitor Sanz ya se ha instalado con la familia en Vitoria, ciudad que será su hogar en las próximas fechas para afrontar el nuevo tratamiento anunciado la pasada semana por el CD Tenerife para recuperar el tendón de Aquiles afectado y que pueda regresar a la práctica activa del fútbol con plenas garantías.

El mediocentro madrileño ya está en las sabias manos del doctor Mikel Sánchez, especialista en este tipo de lesiones y al que se aferra el jugador como última opción de evitar el quirófano para subsanar sus males. "Es una nueva experiencia, estamos trabajando con gente que es de lo mejor en su campo y la verdad es que estoy con muchísima ilusión", resaltó Aitor en los medios oficiales del club.

De momento, la respuesta es satisfactoria y "se van dando pasos", aunque el futbolista blanquiazul entiende que "hay que tener paciencia, como me han dicho los médicos y los fisios", sabiendo que se encuentra "en el camino correcto" para restablecer la zona afectada de una vez. "Ellos me lo hacen saber así y mi sensación es que estamos haciendo todo lo indicado en cada momento", aseguró el jugador que solo tiene en la cabeza recuperarse "de una vez por todas y volver a los entrenamientos, que es lo que más se echa de menos".

En estos primeros pasos del tratamiento es difícil pronosticar la evolución del mismo. Por eso, Aitor está a la expectativa y sabiendo que sus recaídas quizás han llegado por precipitar el retorno. "Vamos a ver cómo reacciona el cuerpo, que al final es el que manda, pero desde luego que moralmente me encuentro muy ilusionado y con muchas ganas", expuso.

Acompañado "por la gente que importa" y satisfecho "por el apoyo del club en todo momento", el madrileño espera ayudar pronto al equipo.