La adejera Alexandra Rinder se aupó hasta el subcampeonato de la APB World Tour, tras una remontada en la clasificación general propiciada por su gran victoria en la última prueba mundialista en Nazaré -Portugal-.

La tinerfeña llegó a la cita en Praia do Norte tercera en la tabla y con escasas opciones de cetro planetario. Debía vencer -lo hizo en la final ante la japonesa Sari Ohhara- y aguardar por las actuaciones de sus rivales. La brasileña Isabela Sousa quedó apeada en cuartos de final y la nipona Ayaka Susuki se quedó en semifinales, propiciando que Rinder se la jugara con esta última en una manga de desempate que coronó por vez primera a la asiática.

"Mi objetivo era ganar en Nazaré. Tuve la mala suerte de no llevarme la última manga, pero estoy muy orgullosa porque no venía con el título en la cabeza", explicó a EL DÍA Rinder.

La bicampeona mundial en 2014 y 2015, también subcampeona en 2016 y tercera en el pasado 2017 reconoce que ha ido de menos a más este año. "He tenido un poco de mala suerte con las olas en las otras pruebas. Han sido bastante pequeñas. En Nazaré olas grandes, que es lo que a mí me gusta", comenta.

"Esta ola tiene un prestigio bastante grande. Es una de las mejores que hay en el mundo. Es un privilegio ganar otra vez aquí -ya lo había hecho en 2016-".

Tras un pequeño receso, Rinder regresará a la competición con las pruebas internacionales Frontón King Pro -Gáldar, Gran Canaria- y Quemao Class -La Santa, Lanzarote-.

Tokio se complica

Alexandra Rinder sigue empeñada en ser olímpica en la modalidad de surf. Empero, afirma que estar en Tokio 2020 "va a ser difícil. El proceso de clasificación es diferente a como me imaginaba". Su fichaje por Red Bull ha propiciado que sus "metas" hayan sido "distintas en este año", aunque sigue "entrenando para ver si en 2024 -París-" puede "estar ahí. Voy a continuar peleando para poder ser olímpica".