El rompecabezas en que se convirtió el Tenerife para José Luis Oltra va cogiendo una forma reconocible. El técnico empezó por fortalecer la defensa, alineando a cinco zagueros en su debut ante el Córdoba, y fue dando pasos hacia delante, añadiendo cosas de su gusto a las dos líneas más avanzadas. Con resultados irregulares, porque el equipo ha sido sólido en casa frente a la sequía que ha tenido en los desplazamientos, Oltra ha seguido moldeando su obra, hasta llegar a la propuesta que hizo en El Molinón, celebrada de puertas adentro, a pesar del resultado adverso.

Esta semana, como la anterior, el entrenador ensaya con dos líneas de cuatro jugadores, aunque con los futbolistas mezclados, y con un escalonamiento interesante hacia el área. Los propios jugadores hablan de la actuación de Gijón como la referencia a seguir en los sucesivos encuentros de fuera de casa. Parece que Oltra ha encontrado su equipo, en el que empiezan a salir a flote las cualidades más destacadas de jugadores esenciales para el resultado de la temporada, como en el caso de Jose Naranjo, que firmó su mejor partido como blanquiazul. La aportación de Luis Milla -brillante en Gijón-, o de Malbasic, ya venía siendo de gran calado en las últimas fechas.

Con el mercado de invierno en puertas y pendiente de la contratación del director deportivo, el club plantea retocar la plantilla con salidas -la primera la de Chilunda, que ya le ha sido comunicada a su agente-, y entradas, de manera que Oltra sume a su idea de juego a futbolistas de su gusto, pero ya con bastante camino táctico avanzado.