Ni siquiera José Luis Oltra pudo evitar ayer referirse ya, aunque de pasada, al derbi canario del día 16 en el Estadio de Gran Canaria. El técnico insiste en enfocar el choque ante el Extremadura, pero con el desafío de rivalidad en perspectiva.

En todos los ámbitos, en paralelo al pulso diario de la Liga, que mañana hace una parada muy importante en el Heliodoro Rodríguez López, se sigue cociendo el ambiente del Las Palmas-Tenerife de la decimooctava jornada. El club blanquiazul tiene garantizada la presencia de una importante representación de sus aficionados en el recinto amarillo. Ayer, al cabo del plazo establecido al efecto, se agotaron las 1.000 entradas que estaban a la venta para los abonados de la entidad.

La venta de localidades empezó el viernes, día 30 de noviembre, y acabó el martes. Los abonados han podido retirar su entrada y una añadida, al precio único de 35 euros cada una. El club recuerda en su página web que en base al reglamento de LaLiga, las entradas de afición visitante son nominativas, por lo que a cada uno de los aficionados del Tenerife que viajarán a Gran Canaria le puede ser requerida documentación identificativa en su acceso al estadio amarillo.

Además de estas mil entradas vendidas, hay otras 300, que distribuye la Federación de Peñas y que ha adquirido al precio de 15 euros cada una, en virtud de un convenio vigente con la Liga de Fútbol Profesional, para las peñas que viajen fuera de casa con sus equipos.

Quedan otras 200 entradas para completar el cupo de las 1.500 que la UD Las Palmas cedió al Tenerife, que serán correspondidas en igual cantidad en el partido de vuelta. La entidad blanquiazul debe atender también a sus patrocinadores y otros compromisos de protocolo. Al margen de estos movimientos organizados, los aficionados tinerfeños pueden obtener su localidad en las taquillas del estadio de Gran Canaria. El equipo no estará solo.