El ajedrecista ruso Anatoli Kárpov, campeón del mundo entre 1975 y 1985 y que también detentó el título de la escindida FIDE entre 1993 y 1999, se mostró este miércoles en Sevilla partidario de implantar el ajedrez como asignatura escolar porque "favorece el desarrollo de los niños".

Kárpov, diputado en la Duma por el partido gubernamental, Rusia Unida, explicó durante una charla en la capital hispalense que trabaja "para el desarrollo del ajedrez escolar" en regiones de su país y en repúblicas de la antigua órbita soviética como Kirguistán, y apuntó que "algunas autonomías españolas están intentando hacer algo parecido".

Invitado por la web ElDesmarque, Kárpov está desde el lunes en Sevilla, donde hace 31 años -entre el 12 de octubre y el 19 de diciembre de 1987- fracasó en la reconquista del título que había perdido dos años antes frente a su compatriota Garry Kaspárov y ahora ha visitado, "por primera vez desde entonces", el Teatro Lope de Vega, donde se jugaron aquellas legendarias veinticuatro partidas.

"Como yo estaba muchas horas al día en el escenario, no tuve la ocasión de disfrutar lo bonito que es este edificio", se felicitó Kárpov ante los alrededor de doscientos espectadores que acudieron a contemplar su partida simultánea frente a diez ajedrecistas locales, la mitad de los cuales aún compiten en categorías inferiores.

"Aquel Mundial fue el primer evento en el que se publicitó para todo el mundo la Expo 92 y, claro, cinco años después volví para visitarla. También he venido a Sevilla en otra ocasión, pero nunca había tenido la oportunidad de ver de nuevo el Lope de Vega", rememoró el excampeón del mundo.

Entre los contrincantes de Kárpov esta tarde estaban el presidente del Real Betis, Ángel Haro, y el entrenador del primer equipo verdiblanco, Quique Setién, dos acreditados aficionados al juego de los 64 escaques que mostraron su ilusión por medirse a quien el técnico santanderino definió como "maestro y leyenda".

"Estoy más nervioso que el domingo en los prolegómenos del partido contra el Espanyol. Ya tuve la ocasión de jugar con Kárpov en una simultánea y se puede hacer una crónica sencilla: empecé con mucha ilusión, pero me vine abajo durante el transcurso de la partida", bromeó Setién.

Haro, por su parte, consideró "un honor" enfrentarse con Kárpov, algunas de cuyas partidas más célebres ha "podido ver, ya que la palabra analizar sería demasiado pretenciosa", y ante quien esperaba "durar más de diez movimientos".