Fasnia ha caminado a lo largo de los años indisolublemente de la mano del deporte vernáculo por excelencia en las Islas. Grandes puntales del municipio portaron siempre su nombre por toda la geografía canaria. Allí nació, hace 21 años, una mujer que quedará para los anales de la historia de la lucha.

Pese a su corta edad, Itahisa García se ha convertido, en la presente temporada 2018/2019, en la primera fémina en dirigir a un equipo masculino. Se trata de la mandadora del Universidad, escuadra lagunera que milita en la Segunda Categoría tinerfeña.

De casta le viene a la galga, y es que su familia siempre ha estado vinculada a la lucha. "Mi primo fue luchador; y mis padres, directivos del Benchomo. Mi madre fundó el Brisas Tella del Sur", relata la sureña. En el extinto equipo femenino comenzó a luchar. "Lo combinaba con la escuela infantil del Brisas del Teide".

Bregar siempre le gustó, mas también apreciaba mover las sillas desde fuera. "Con 15 años obtuve el título de monitora. Me hacía ilusión sacar a competir a los niños". Un año más tarde dio otro paso. Completar los estudios de técnico medio en la especialidad.

Emprendedora, su primera experiencia en los banquillos llegó con solo 16 primaveras. Sin equipo, generó el suyo propio. En el Bandala de Machado -El Rosario- coincidió su mejor amiga, Fatou Gueye -reciente ganadora del Mundial de lucha canaria juvenil femenina-.

El último lustro lo ha pasado bregando en el Benchomo femenino, al que ya había pertenecido con anterioridad -categorías inferiores- y sigue vinculada. No la ha frenado ni la temida triada en su rodilla, que sufrió hace dos años.

Hasta que este verano sonó su teléfono. Se trataba de su familiar Andrés Rodríguez, bregador del Club de Lucha Universidad. "Me dijo que no tenían entrenador y que si yo les podía echar una mano", afirma la estudiante de Relaciones Laborales en la ULL.

La respuesta fue afirmativa, a pesar de algunos recelos latentes. "Mi miedo era si los luchadores me iban a respetar y a hacer caso; que por ser mujer pensaran que sabía menos de lucha canaria que ellos. Al contrario, desde el principio su actitud hacia mí fue muy respetuosa: no he tenido problema de ningún tipo".

Ni con rivales ni aficionados. "En la primera luchada, contra el Tijarafe Guanche, su entrenador -Jonathan Fernández- se quiso sacar una foto conmigo. A veces, los aficionados te miran cuando sales al terrero. Les choca un poco. Yo era de las que decían que ningún equipo masculino, por más que yo estuviera preparada, me iba a llamar". Se equivocaba.

Cuestionada por si existe discriminación en la lucha, señala que "sí, por supuesto. Es cierto que va a menos. Es un deporte machista y a veces lo es por las propias mujeres. Sus comentarios dejan entrever que no es lo mismo nuestro esfuerzo que el que hacen los hombres. Creo que están muy equivocadas. Cuando lees o escuchas eso de mujeres es cuando más te duele", asevera sin dudar.

En el reciente Mundial celebrado en Gran Canaria saltó la polémica, ante la que la Federación de Lucha Canaria decidió por acabar equiparando los premios para luchadores y luchadoras. "Quien no intenta nada no puede cometer errores. La Federación tal vez los ha cometido, pero porque está tratando de hacer cosas. Rectificar es de sabios y si las luchadoras alzamos la voz porque lo creíamos, lo más justo fue rectificar. Otros se hubieran quedado en sus 13, aludiendo a lo que decían las bases. Nos sentimos bastante bien por ello", reconoce.

"El Universidad es donde mejor puedo estar"

Último clasificado de la Liga de Segunda insular, el Universidad aún no ha sumado punto alguno. La entidad está acostumbrada a ello. Sin los recursos que manejan otros, salen al terrero cada jornada para dignificar la lucha como pocos. "Es el mejor equipo en el que puedo estar porque, aparte de que comparten los valores que lleva aparejada la lucha canaria, a los luchadores les gusta, ninguno cobra y se machacan a entrenar como lo hace cualquiera. No tenemos un equipo igual de competitivo que los demás. A base de dinero también hubiésemos hecho un conjunto campeón. Estamos mejorando los resultados -subiendo las luchas- sin dinero. Desde el principio de temporada se ha visto un cambio", declara la mandadora Itahisa García. ¿Cómo se motiva al colista de la categoría? "Es complicado. Intento hacerles los entrenamientos amenos dentro de lo que cabe. Los machaco bastante físicamente porque me parece que es importante, pero también con el agarre -hacer pantalón, que también se denomina-. Son chicos que no tienen maldad, como sí tienen otros luchadores, de pelear la posición o tal vez con una lucha dada ir a rehuir. Ellos van a luchar y hay veces que me enfado por eso. Intento que se den cuenta de que ya no se trata de ganar o no, sino de superarse", concluye.

Itahisa García

mandadora del club de lucha universidad