La media de espectadores en el Heliodoro Rodríguez López para partidos de Liga del Tenerife ha descendido en unos dos mil asistentes esta temporada, en comparación con la anterior, la 2017/18.

El dato invita a pensar que el interés por el equipo ha disminuido. Pero la lectura no debería depender solo a la decepcionante trayectoria descrita hasta ahora. Incluyen factores que explican la caída de público. El número de butacas vacías en el estadio en el presente curso, después de nueve encuentros celebrados, es incluso bajo si se mide con el de casi todas las campañas a partir del regreso del club a Segunda División, es decir, desde el ejercicio 2013/2014. De hecho, el promedio en la Liga 18/19 es el más alto de todos (10.156), exceptuando el de la 2013/14 (10.218), en la que se unieron dos circunstancias que ahora no se producen: el aliciente del retorno a una categoría profesional después de dos años en Segunda B y la disputa de un derbi que reunió en el recinto santacrucero a 18.040 aficionados (la mejor entrada en el tramo analizado en los nueve encuentros iniciales en el estadio).

Y la diferencia entre la temporada 2018/19 con la anterior también tiene su justificación, más allá de los reclamos que generan el juego y los resultados: la participación del equipo en la promoción de ascenso a Primera de la campaña 2016/17 revitalizó a un tinerfeñismo que respondió en mayor medida en el curso siguiente, de tal manera que en la campaña 17/18 no acudieron al Heliodoro menos de 10.000 espectadores por partido en ninguno de los nueve iniciales. De ahí, el incremento de una media (12.079) que deja por detrás la que se ha registrado en lo que va de Liga. Visto de otro modo, la fidelidad en la temporada 2018/19 está dentro de los parámetros normales, mientras que la que se generó en la 17/18 fue más alta, al menos desde la campaña 2013/2014.

Centrando el repaso en el período más cercano, sobresale el número de espectadores en el debut en casa, el que trajo al Deportivo a la Isla. Con 12.139 asistentes se batió el récord en la jornada inaugural como local de las últimas seis temporadas. En cambio, la reciente visita del líder (Granada) coincidió con el peor registro, resultado en el que tuvo mucha influencia el horario elegido por LaLiga, las seis de la tarde de un viernes prenavideño.

Quitando esta excepción, en ninguno de los ocho partidos restantes, contando el del Deportivo, acudieron menos de 9.000 aficionados. En la eliminatoria de Copa del Rey jugada -al fin- en la Isla ante el Cádiz no se cubrió tanto aforo. Pero casi: 8.777 espectadores.